Más de 45 empresas relacionadas con criptomonedas se han establecido en el país desde que se aprobó el bitcóin como moneda de curso legal, reveló ayer la ministra de Economía, María Luisa Hayem.
De acuerdo con la funcionaria, el impacto del anuncio de la aprobación de la moneda «fue inmediato», y posicionó a El Salvador en el plano internacional.
«De un día para otro, El Salvador se establece como un país que está a la vanguardia de la tecnología financiera, eso ha hecho que el mundo tenga los ojos puestos en el país», afirmó.
Además de las 45 empresas ya instaladas en el territorio nacional, la titular de Economía indicó que otras «grandes empresas (en este rubro) están por establecerse en el país».
En cuanto al potencial y proyecciones sobre esta política monetaria, Hayem afirmó que El Salvador ahora es visto como un lugar en donde las soluciones financieras pueden comprobar su éxito a nivel local para luego extender estas prácticas a Centroamérica, Latinoamérica y otras partes del mundo.
«De esta forma se abre oportunidad al acceso de financiamiento para el Gobierno, pero también para las micro y pequeñas empresas que por mucho tiempo no tuvieron acceso a financiamiento», recalcó la ministra.
Asimismo, valoró que previo a la adopción de esta medida, el 70 % de la población salvadoreña no tenía acceso a la posibilidad de acumular ahorros y acceder a un sistema de pagos por los altos costos que estos métodos generaban.
En este sentido, la vocera de Economía, explicó que una empresa o una pequeña tienda en un pueblo tienen la oportunidad por medio del uso de la tecnología, ya sea por billetera oficial Chivo Wallet o u otra billetera electrónica, tener acceso a información de sus compras y ventas tal y como lo maneja una empresa multinacional.
«Como se puede apreciar, el impacto ha sido inmediato, esperamos que se vaya derivando cada día y de forma rápida y positiva en la población salvadoreña», concluyó la funcionaria.
El Salvador adoptó el bitcóin como moneda de curso legal el 7 de septiembre de 2021 desde cuando circula de forma oficial paralela al dólar estadounidense.