El periodista internacional, José Forteza, fue uno de los invitados especiales en la inauguración, este pasado viernes, de la tercera edición del Festival de Arte y Diseño de El Salvador, en la Ex Casa Presidencial, en San Jacinto. El editor en jefe de la prestigiosa revista Vogue Latinoamérica confesó que ha visitado el país en varios momentos de su historia, pero, en una entrevista con Diario El Salvador, quiso centrarse en el año pasado y en este 2024.
«El año pasado hice un lindísimo recorrido, la sede del festival fue en un centro neurálgico y con el latido de la historia y la cultura de este país. En ese momento había cosas que estaban en proceso y esta mañana fui feliz porque las he visto terminadas», comentó el especialista en moda sobre cómo encontró el renovado Centro Histórico de San Salvador.
Pero Forteza quiso ir más allá en sus explicaciones y no escondió su manera de conmoverse al compartir su punto de vista sobre los niveles de libertad y seguridad en las calles y la realidad actual de la industria de la moda en El Salvador.
¿Cuáles son sus expectativas sobre esta nueva edición del Festival de Arte y Diseño de El Salvador?
Cada vez que me preguntan de las expectativas de un lugar así donde la historia reciente ha significado tantos cambios sociológicos, sociales y sobre todo para la cultura de un país, la respuesta es que estoy totalmente feliz y esperanzado de estar aquí, porque se va entendiendo cada vez más cómo la moda es un indicativo de dónde viene, que está haciendo y hacia dónde va la sociedad de un país. Creo que a través de la moda se está haciendo cada vez más sólida la concepción de un país como El Salvador, donde la gente está luchando porque cada vez sea mejor y, además de eso, de que están listos para, en un breve tiempo, empezar a proyectarse como un país cultural y social de manera internacional. Me da satisfacción ser parte de esto.
Hay ciudades y países que son marca internacional en la moda, pero ¿cómo está posicionado El Salvador?
Lo interesante es como El Salvador está integrando prácticas sustentables, eso lo hace singular y lo hace importante dentro del contexto global. Están integrando oficios artesanales que son tremendamente importantes; están aplicando tecnología en inventiva y creatividad, justamente a través del trabajo de la organización de este festival están haciendo distintiva esta parte. Pero lo más interesante no es comparar a El Salvador con otros países, lo más importante es entender en todas partes, desde Milán hasta San Salvador y hasta cualquier otro sitio de nuestra región, que el mundo hace mucho tiempo que es global. Lo interesante es entender de qué manera nos integramos a la industria global de la moda y al saber que todos somos patrimonio de la humanidad y damos un aporte patrimonial que es de todos como seres sociales.
¿Qué le ha parecido El Salvador de hoy?
El año pasado tuve un momento que me emociona todavía recordar: ver la sonrisa de niños que no tenían que estar vigilados por los padres, que no tenían que estar atados por gente que los cuidara, simplemente niños que eran parte de una comunidad en la que se sentían y se veían libres. Recuerdo que hice una foto entonces, de dos niños mirando al cielo, y no es una cosa mística que vaya más allá de nuestra realidad, el cielo es una metáfora de que es ilimitado el techo de esa nueva relación que se está creando aquí. Y me hizo tremendamente feliz que eso que vi el año pasado en un pequeño evento, en centro comercial, hoy me hizo mucho más feliz porque lo vi en las calles y porque lo vi en toda la estructura de esa biblioteca (Binaes) que está dedicada a los niños y que los está incentivando a ser culturalmente más ricos para ellos mismos y para todo el mundo.
Sí. No me importa lo que me digan, no me importa que me enjuicien o no, yo hablo desde el corazón, yo hablo desde el alma y hablo de mi experiencia. Donde quiera que se apueste al futuro y que se proteja a la infancia y que se proteja al arte, como expresión de quiénes somos auténticamente, ahí me siento bien y lo digo sin tener que mirar quién me está escuchando, que lo escuchen todos.