La noche del 30 de abril quedará inmortalizada en la memoria de los amantes del thrash metal que disfrutaron del espectáculo sin igual que brindó la banda Megadeth, en el Complejo del Estadio Cuscatlán.
La banda salió al imponente escenario pasadas las 9:00 de la noche del martes para arrancar con la canción de su décimo sexto disco «The Sick, the Diying and the Dead!», que lleva el mismo nombre y con la que encendió el ánimo la audiencia.
La sombra oscura, que formó la multitud con sus camisas negras, de inmediato se llenó con luces que generaban los miles de celulares que grabaron el glorioso momento que solo una banda de esa talla puede provocar.
La velada estuvo cargada de mucha energía que transmitió cada uno de los cuatro integrantes de Megadeth, quienes evidenciaron sus habilidades en la batería, la guitarra, el bajo y, por su puesto, la icónica voz de Dave Mustaine, mientras agitaban sus largas melenas.
El fundador de la banda se dirigió al público para mostrar su agrado de regresar al país y poder concluir el espectáculo que se interrumpió en 2016, es decir, ocho años atrás, cuando se presentó en el Estadio Jorge Mágico González, pero la audiencia solo logró disfrutar de dos canciones debido a la torrencial lluvia que azotó el escenario.
La banda hizo que explotaran los sentidos de los asistentes con un recorrido por su trayectoria musical de cuatro décadas tocando canciones de sus dieciséis discos, algunos de estos galardonados.
Algunas de las melodías que resonaron fueron «Symphony of Destruction, «Holy Wars… and the Punishment Due», «Well be back», «Angry Again», «Peace Sells», que fueron coreadas a todo pulmón por los asistentes.
Con este concierto Megadeth finaliza su gira por Latinoamérica, parte del Crush the World Tour con una asistencia masiva que disfrutó de principio a fin.
El Salvador fue el único país de Centroamérica en el que se presentó la banda de los «big four» y es por esa razón que asistieron personas de Guatemala, Honduras, Costa Rica, entre otros.
Entre los asistentes estaba dos personas de Costa Rica, Rubén Quezada, quien trajo a su hija Robin Quezada, 16 años, a quien regaló este viaje para disfrutar de su banda favorita.
«Venimos de Costa Rica estamos muy emocionados de estar en El Salvador para ver a Megadeth, la primera vez que lo vio mi papá fue en nuestro país junto a Black Sabbath y la segunda vez fue en el Hell a Heaven en el 2022 y hoy estamos acá», detalló la joven Quezada.
Otros grupos grandes de personas provenientes de Guatemala y Honduras arribaron al país en excursiones, quienes desde temprano estaban en la fila emocionados calentando motores escuchando los éxitos de la banda en una bocina, además de refrescarse con bebidas bien frías.
Los encargados de abrir el telón fueron los integrantes de la banda nacional de metal tribal Araña, que inició su presentación cerca de las 8:00 de la noche.
Los salvadoreños ya tienen experiencia en acompañar a grandes bandas del metal, debido a su exitosa carrera de más de 20 años con canciones que pusieron en ambiente a la asistencia.