La compra adelantada de deuda anunciada por el presidente Nayib Bukele ha sido celebrada por medios de comunicación internacionales especializados en temas financieros, así como por economistas, incluso aquellos que han criticado al Gobierno.
En un artículo publicado por «The Wall Street Journal» se califica como «movimiento maestro» haber identificado la fuente de financiamiento para hacer la recompra de bonos, en tanto que el expresidente del BCR en gobiernos del FMLN y exrepresentante de Centroamérica ante el FMI, Carlos Acevedo, sostiene: «De entrada, me parece que es una buena jugada, una jugada audaz», y la califica como «la mejor opción que tiene para este tema de los vencimientos próximos de eurobonos», por lo que él mismo habría recomendado hacerlo.
Pero no solo se trata de un movimiento maestro o de una jugada audaz. También es histórica. Esta es la primera ocasión que El Salvador paga por anticipado su deuda mientras el Gobierno del presidente Bukele continúa entregando paquetes agrícolas y computadoras, combatiendo la crisis inflacionaria y la COVID-19 y ejecutando la guerra contra las pandillas.
Alejandro Zelaya, el ministro de Hacienda, sostiene que el pago anticipado de los bonos puede generar al Estado ahorros de entre $100 millones y $150 millones, de acuerdo con los parámetros normales del mercado bursátil internacional.
Esto es viable perfectamente dentro de las reglas básicas del mercado bursátil; por lo tanto, el Gobierno aprovecha las condiciones de bajo precio para hacer la compra, que no deja de ser voluntaria por parte de los tenedores de bonos y se hará de manera transparente.
El país no tiene problema de liquidez, como habían pregonado los órganos de propaganda de la oposición, sino que, al contrario, sí tiene capacidad para pagar la deuda. Tan desprestigiada está su credibilidad que incluso ahora son incapaces de reconocer un éxito como el anunciado respecto a la recompra de bonos.
Fue durante la administración del FMLN cuando El Salvador cayó en impago, y no hay que olvidar que la inmensa mayoría de la deuda del país fue generada por ARENA y el FMLN.
Ahora, el país está haciendo uso responsable de los Derechos Especiales de Giro (DEG), fondos proporcionados por el FMI para fortalecer las situaciones fiscales de diversos países, para la recompra de bonos que vencen entre 2023 y 2025. En la actualidad, Honduras y Paraguay ya usaron esos fondos que entrega el organismo multilateral.