Abre las puertas de su casa, pone la mesa y acomoda los cojines para que la estancia sea más cómoda. Sonríe y se muestra como la anfitriona ideal de una casa en la que lucen apenas una pequeña parte de todos los reconocimientos que ha recibido en una vida de música y escenarios. Así es Nory Flores, tan llena de carisma, tan viva de talento y tan resplandeciente de música y encanto.
Con 52 años de carrera, el pasado 3 de diciembre la Asamblea Legislativa aprobó un dictamen favorable para declarar como «Hija Meritísima de El Salvador» a Nory Flores, líder de «Los Hermanos Flores Orquesta Internacional» y una de las voces más talentosas y representativas de la música salvadoreña.
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Desde la comodidad de su casa, Nory conversó con Diario El Salvador sobre su carrera musical, los sacrificios que ha hecho para alcanzar el éxito que ahora abraza junto a su familia, los buenos momentos y también los malos, sus mayores glorias y la forma en cómo el cariño de los salvadoreños sigue siendo el combustible que mantiene en funcionamiento la orquesta.
¿Cómo toma Nory Flores este reconocimiento como «Hija Meritísima de El Salvador»?
Estoy muy satisfecha, muy feliz de haber recibido tantos reconocimientos en 52 años de carrera y trayectoria. Me llena de mucha satisfacción, de mucha alegría. Fue algo impresionante para mí porque habló conmigo alguien el día martes y me preguntó si me habían dado ese reconocimiento y yo le dije que no, que la orquesta es la Embajadora Musical de El Salvador, pero como Nory Flores no, aún ni en mis 50 años hubo ese reconocimiento. Al siguiente día me estaban avisando e informando que estaba firmado y avalado por todos los diputados de la Asamblea.
El reconocimiento llega gracias a sus 52 años de carrera artística. Pero, vamos al principio de todo: ¿cómo inició Nory Flores en el mundo de la música?
Mi papá me inició como de nueve años con el método de solfa. Nos dio el método y las lecciones y si en la tarde no dábamos la lección, no teníamos derecho de salir a jugar. Dos años después mi papá me dio mi primer instrumento: el saxofón. Toqué ocho años saxofón y grabé los discos. Me casé e hice una pausa por el nacimiento de mi primera hija. Mi papá me dijo que siguiera, pero solo cantando. Por desgracia, en esos años, la vocalista que estaba en la orquesta lamentablemente murió en un accidente y mi papá empezó a buscar y no encontraba y fue cuando me dijo: “¡Vení hija, cantá!”.
¿Cómo fueron sus primeros años en la orquesta y en toda la dinámica de grabación y producción musical?
Grabamos muchos años con el señor Willie Maldonado, quien como productor musical es un espectáculo y fue todo un privilegio trabajar con él. Desde ese entonces, de mis papás aprendimos a no andar en situaciones raras ni peleando cosas. Hemos tenido una labor musical, apartados de cualquier cosa. Nos gusta hacer lo que podemos a nosotros solos. Con mi hermano ya no tenemos la paciencia suficiente para andar en varias cuestiones. Hacemos lo que se puede y está bien porque todo ha salido a la perfección hasta ahorita.
Con toda esta experiencia y años de carrera ha acumulado muchos premios y reconocimientos. ¿Cuáles son los que más atesora?
Soy Embajadora de Marca País desde hace dos años. En San Vicente soy Hija Ejemplar. Soy una de las 100 Mujeres que ha hecho Historia en El Salvador. Son muchos los reconocimientos que he recibido pero el que más me ha importado siempre es el cariño de la gente y el que siempre vea la alegría en el rostro de las personas cuando bailan y cantan nuestras canciones. Ese es el mayor premio que puedo tener.
La orquesta se ha presentado en grandes escenarios también. ¿Cuáles son los que más recuerda?
Estar en «Los Gigantes de la Música Latina» ha sido una gran experiencia, eso fue todo un espectáculo. También estar en «Sábado Gigante» y La Calle 8 de Miami. Todo eso fue algo espectacular. Acá en El Salvador también han sido experiencias inolvidables. Estar en los carnavales de San Miguel, Santa Tecla, Santa Ana, Zacatecoluca, San Vicente y Usulután ha sido algo inolvidable porque los salvadoreños somos bien bailarines y hay una alegría y júbilo intenso en esos momentos. Tenemos experiencias espectaculares y disfrutamos de nuestra música. Lo que nos hace feliz es ver feliz a la gente que está disfrutando nuestra música.
Pero, como en toda carrera musical, también hay momentos difíciles. ¿Cuáles han sido algunos de ellos?
A veces, la carrea musical implica hacer sacrificios y seguir en momentos de demasiada tristeza. He tenido que dejar a mis hijos tiernos, de días de nacidos por irme de gira tres o hasta cuatro veces al año fuera del país. He perdido a mi papá, a mis hermanos, a mi mamá y a mi esposo. Quedé viuda a los 21 años. Esos son los tragos más amargos que he vivido, Cuando perdí a mis familiares, tuve que ir a cantar a los dos días a Santa Lucía. Yo no podía cantar. No me salía la voz. Me quiebro en el momento y donde la gente me veía llorando se ponían a llorar también. Siempre lo digo y lo recalcó: el elemento femenino en este rubro tiene mucha responsabilidad. A veces mis compañeros han comentado que me admiran porque soy valiente y no me ando quejando. Hago lo que hago porque es parte de mi trabajo y estoy muy contenta y complacida con Dios y la vida que me han dado muchos logros.
Y, ¿cuáles han sido los mejores momentos de su carrera?
Donde estoy ahorita, el ser la Hija Meritísima de El Salvador, una Hija Ejemplar y tener el reconocimiento de los medios de comunicación y el reconocimiento del público, que es impresionante ya sea acá en el país o fuera de él.
¿Cómo reciben a los Hermanos Flores los connacionales en el exterior?
Eso es un espectáculo. Una de las presentaciones más recientes fue en Italia, en Milano. Hacía un frío tremendo, pero había una cola de dos o tres cuadras. Era increíble. No nos podíamos meter al evento por la cantidad de personas. Ya habíamos ido a Milano, pero esta vez la gente se volvió más alegra y bailaron y gozaron y era una cosa increíble en Madrid, en Barcelona. Todos pidiendo «La Bala», «Mi País» y muchas canciones más que ni las cantábamos porque ellos terminaban cantándolas a todo pulmón.
Con todos estos años en la producción musical, para Nory Flores, en estos tiempos, ¿hay talento en El Salvador?, ¿se les apoya lo suficiente?
El problema es que acá no hay una compañía disquera. Como no hay una compañía disquera, no hay fondos como para pagar un estudio de grabación como esos monstruos que hay en otros países. Hay buenos estudios, pero uno tiene que estar horas y horas para perfeccionar, pero acá uno va graba y adiós. Esto se debió a la tecnología. Hay talento en El Salvador, hay mucho. Yo creo que cada uno de nosotros debemos de esforzarnos y tratar de hacer cosas para salir adelante. No toda la vida vamos a estar con el bastón en la mano para que me ayude el bastón.
¿Qué virtudes hacen falta para tener una carrera tan larga y exitosa como la de Nory Flores?
Carisma. Muchos podemos tener talento, pero no carisma. El carisma es transmitir el cariño al público a través de lo que se está haciendo. Hay gente que me dice que le gusta como bailamos. Pero nosotros ni ensayamos coreografía. Al momento que estamos en presentación acordamos como movernos. Pero eso le gusta a la gente, la forma en cómo se transmite. De que me sirve hacer la caída de la hoja si no se transmite a la gente lo que uno hace.