En una reciente consulta telefónica, los médicos de la sucursal de Luwan del Hospital Ruijin de Shanghai, donde Huang fue tratada, determinaron que sus problemas subyacentes permanecen estables, y que no se han detectado secuelas asociadas al virus. Por eso dieron a la centenaria bendiciones y orientación sanitaria.
Huang fue ingresada al centro médico el 16 de mayo pasado, después de confirmarse su contagio.
Llevar a cabo el tratamiento de la anciana no fue tarea fácil. Debía pasar la mayor parte del tiempo en cama, pues 18 meses atrás había sufrido una fuerte caída. Además, sufría de incontinencia y tenía dolencias en las extremidades inferiores.
Los médicos que viajaron desde las provincias de Hunan y Shanxi para ayudar en la lucha de la ciudad contra la epidemia y el personal del hospital establecieron un equipo especial para implementar soluciones terapéuticas personalizadas para Huang.
A su vez, las enfermeras le proporcionaron continuamente soporte de ventilación en posición decúbito prono, mejoraron el estado de su ventilación pulmonar y mantuvieron su nivel de saturación de oxígeno por encima del 97 por ciento en todo momento, ayudando así a que la paciente superara el período de infección aguda, el más peligroso de la enfermedad.
Todos los días, el personal médico también trataba las úlceras que tenía en diferentes partes del cuerpo, las cuales habían sido causadas por estar postrada en cama durante tanto tiempo, por lo que mientras estuvo hospitalizada no padeció nuevas lesiones cutáneas ni tampoco infecciones secundarias.