No pretendo ser una eminencia en el tema o dar un punto de vista que nadie haya tocado antes, pero considero sumamente importante dar un reconocimiento a quien verdaderamente lo merece. A lo largo de la historia las mujeres han transformado el mundo y vidas como heroínas anónimas, día a día su aporte en lo individual y en lo social es más que significativo; definitivamente ha sido una lucha con mucho en contra, y a pesar de ello han sabido salir adelante. Quizás esa misma necesidad y deseo de dar lo máximo de una manera empática y desinteresada, con un instinto protector por naturaleza, las ha llevado a posicionarse en la cima de la vida.
El género femenino ha sabido adaptarse en la historia para velar por todos y continúa haciéndolo al abrir brecha en espacios en los que antes era impensable. Sin embargo, cuando las personas muestran un prejuicio o una idea adelantada, ellas nos sorprenden tomando el rol, la iniciativa y demostrando que solo es cuestión de tiempo y esfuerzo para que ocupen cualquier espacio dentro de la sociedad.
Las mujeres no solo tienen un umbral más alto del dolor, es decir, que toleran más el sufrimiento físico, también cuentan con mayor desarrollo del hemisferio derecho del cerebro, son en su mayoría más hábiles en los entornos sociales, creativas y flexibles. Por tanto, al integrar entornos directivos cuentan con herramientas que les permiten un excelente desarrollo. Son empáticas, lo que las dota de mayor sensibilidad e identificación de necesidades con las diversas poblaciones, llámese clientes, colaboradores, estudiantes, etcétera. Cuentan con un mayor sentido natural para la administración y el ahorro, además de tener mejores récords crediticios.
El país avanza en el desarrollo y la incursión de las mujeres en entornos laborales, educativos, profesionales, políticos y sociales en general debe ser una prioridad. Los liderazgos femeninos han comenzado a transformar la sociedad y a generar los espacios en los que más niñas puedan descubrir y alcanzar todo su potencial, a romper las barreras, a reducir las brechas y alcanzar una verdadera justicia.
Dentro de esta dinámica todos estamos llamados a ser parte de la solución. Por el reconocimiento y el respeto a nuestra madre, esposa, hijas, hermanas y a todas las mujeres en el mundo, como un ser humano merecedor de dignidad y respeto a sus derechos, conmemoramos el Día Internacional de la Mujer.
Mujer, cuídate, valórate, ámate, crece y sé mujer.