María Pineda de Zelaya forma parte de un grupo de 10 mujeres que a inicios de este año aceptaron una invitación para asistir a la Escuela de Capacitación Agrícola (ECA) de Ciudad Mujer San Miguel, en coordinación con el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa) y a partir de agosto aplican lo aprendido en una parcela con 1,000 plantas de tomate de la variedad Centa Cuscatlán.
«Como nos gusta aprender, nos fuimos a la escuela de campo. Allí nos dijeron que iban a entregar plantines de tomates y nosotros dijimos sí, y acá estamos trabajando ratos en la mañana y tarde. Acá tenemos invertido tiempo y dinero, como compra de plástico [para cercar la parcela] para evitar que se metan las gallinas; pitas e insecticida. Ellos nos dan el abono y la asistencia técnica, y ya estamos viendo resultados», comentó María.
Este grupo de mujeres residentes en el cantón La Fragua, en el municipio de Moncagua, San Miguel, ya hizo su cuarta cosecha de tomates que comercializaron entre vecinos y amigos por medio de las redes sociales, y otra parte fue para el consumo de sus hogares. Además, incluyeron la siembra de pepino, chile y frijol.
Esta es la primera experiencia en la siembra de hortalizas para el grupo denominado Mujeres Guerreras del cantón La Fragua, que además son madres de familia y algunas también atienden sus cultivos tradicionales, y a pesar de las críticas, incluso de sus grupos familiares, no han desistido del objetivo en común.
La cosecha de tomate variedad Centa Cuscatlán empieza a partir de los 75 a 80 días y dependiendo del manejo que reciba la plantación obtienen una producción constante en cuatro a cinco meses, comentó Nelson Edgardo Portillo, coordinador del Centa en San Miguel.
«El Centa con miras a apoyar la seguridad alimentaria nacional ha creado una variedad de tomate a partir de variedades criollas, que tiene características importantes para el área rural con familias que siembran granos básicos. Es una variedad muy adaptable a las condiciones climáticas adversas que tenemos en el oriente del país», agregó Portillo.
En San Miguel, el Centa ha entregado 20,000 plantines a diferentes productores, distribuidos en 39 parcelas de 500 metros. De esta forma, los productores conocen el manejo de esta variedad, además de recibir capacitaciones para que a partir de la producción obtengan la semilla para continuar produciendo.
Lilian Reyes de Bolaños, técnica de la agencia del Centa en San Miguel, les ha acompañado en la ECA y desde agosto les brinda apoyo técnico para sus cultivos. «Para uno como técnico la satisfacción más grande que se lleva es ver a nuestros agricultores dar un paso arriba del que usualmente estaban, y ahora verlas que ya están comercializando dentro de la comunidad, tienen su seguridad alimentaria y también sacan un poquito de dinero para recuperar la inversión que hicieron al inicio en la parcela», dijo Reyes.