«¡Las ancianas necesitamos más dinero! ¡Aumenten las pensiones ahora!», corea un grupo de mujeres de cabellos grises frente al parlamento sueco, en el décimo año de su recurrente protesta contra el sistema de pensiones del país, que exigen sea más justo.
Adornadas con gorros rojos, las abuelas de la «Tantpatrullen» («la patrulla de las ancianas») se reúnen todos los jueves, en los meses de buen tiempo, en el centro histórico de Estocolmo, frente al Parlamento.
En un país que se jacta de ser el campeón mundial del feminismo, esta asociación de jubiladas pide una revalorización de las pensiones para las mujeres, penalizadas según ellas por un cálculo basado en el salario y la edad de la jubilación.
«Se trata de un sistema supuestamente neutro para hombres y mujeres, pero se basa en sus vidas, que no son neutrales», dice a la AFP Brit Rundberg, de 90 años, cofundadora las Tantpatrullen y la mayor de ellas.
Según un estudio del consejo nórdico, la diferencia media entre las pensiones de hombres y mujeres es del 28%, la más alta de los países nórdicos.
Las jubiladas ganan, en promedio y antes de impuestos, 17,000 coronas al mes (alrededor de $1672), es decir, $708 menos que sus homólogos masculinos, según la agencia nacional de pensiones.
«Las pensiones de las mujeres son mucho más bajas que las de los hombres porque tienen salarios más bajos, pero también porque a menudo se encargan del trabajo no remunerado, hijos, tareas domésticas, y por lo tanto trabajan a media jornada», explica Jenny Andersson, autora del estudio y miembro de la organización feminista Sveriges Kvinnoorganisationer.
La «patrulla» se manifestó por primera vez en 2014, indignada que la precariedad de las jubiladas siguiese siendo un tema que no se trata, en pleno período de elecciones.
«Nos dijimos: ‘¡Nadie habla! ¡Tenemos que hacer algo!’, Así es como empezamos», recuerda Brit Rundberg.
En 1999, Suecia, entonces en pleno giro liberal, quería perpetuar la financiación de las pensiones frente a la prolongación de la esperanza de vida y reformar su sistema para introducir una importante parte de capitalización.
En el momento de la jubilación, la suma cotizada por el asalariado, y colocada en los mercados financieros, se divide por el número de años que le queda por vivir, según la esperanza de vida media.
Cuanto antes se jubile, más se dividirá la cantidad y menos alta será la pensión. La fecha de jubilación varía según las fechas de nacimiento.