La compañía francesa Neoen incrementó la capacidad de producción de energía con la compra de dos baterías adicionales por un total de 11 MW / 8 MWh que brindarán servicios de reserva primaria y secundaria, lo que mejorarán la estabilidad y seguridad a la red eléctrica salvadoreña, informó en comunicado de prensa.
La adquisición se dio mediante un financiamiento que proviene del programa BID Invest con recursos del del Fondo Climático Canadiense y servirán de soporte en las dos plantas de energía solar que la empresa opera en El Salvador, Capella ubicada en Usulután y Providencia que se encuentra en el departamento de La Paz. El monto no fue dado a conocer.
En este sentido, los representantes de la empresa aclaran que el financiamiento presenta un esquema de repago vinculado a los ahorros operativos de ambas plantas solares generados por el uso de las baterías y que Neoen continúa siendo el propietario del 100% de los activos.
Según los representantes de Neoen, con estas nuevas adquisiones, Neoen alcanzará en El Salvador una potencia total de 14 MW y un almacenamiento de 10 MWh, posicionándose como el mayor operador de baterías en Centroamérica.
La puesta en marcha de las baterías está proyectada para el segundo trimestre de 2022 y será ejecutada por el consorcio TSK Electrónica y Gensun.
Con esta apuesta, Neoen también fortalece su compromiso medioambiental debido a que las baterías reducirán las emisiones de CO2 en 5,000 toneladas métricas por año, evitando el servicio de centrales que operan a base de combustibles fósiles, aseguran los representantes de la compañía.
Neoen incursionó en El Salvador en el 2014 y desde entonces ha invertido cerca de $300 millones en sus centrales solares y de almacenamiento, que ahora alcanzarán una capacidad total de 255 MW.
A la fecha, las plantas de Neoen son las más grandes en Centroamérica. Abastecen el 7 % de la demanda del mercado mayorista y entregan la energía más competitiva de El Salvador.