La exposición «Nexos intangibles» (estética experimental) es un trabajo de estudiantes de la Universidad de El Salvador (UES) que están por culminar su carrera de artes plásticas.
Cada uno no se ha limitado a la selección cromática o a la disposición de formas en un soporte, sino que ha explorado la belleza y la armonía en sus múltiples facetas donde las pinceladas y detalles contribuyen a crear una estética visual que va más allá de lo evidente.
«En la experimentación, la energía emocional se convierte en una fuerza motriz que desafía las expectativas. Los tazos pueden ser caóticos y desordenados, llevando consigo la intención del proceso creativo sin buscar la encarnación precisa de la emoción, si no, más bien transmitir la energía cruda y la vitalidad del acto pictórico», expresan los organizadores.
Gabriela Chávez, Sofía Artiga, Víctor Andaluz, Abigaíl Elías, Néstor García y Elena Zaldaña son quienes presentan trabajos en colectivo en el Centro Español, en San Salvador.
De acuerdo con el curador de la muestra, Víctor Andaluz, el proyecto nace de una exposición de egreso de la universidad, que se convirtió en una muestra libre.
«Nexos nace por la conexión que se ve en la museografía de la exposición que en realidad no lleva una aparente continuidad. El nombre surge por esa desconexión, es decir, “Nexos intangibles” son conexiones que no podemos tocar, ni palpar, pero sí observar en las piezas que incluyen conceptos, expresión y técnicas bajo la misma idea que es lo humano» dijo.
Agregó que las ideas trabajadas son personales, emocionales y «todo aquello que nos cuesta expresar».
Son 26 piezas que hacen un recorrido desde la identidad del ser hasta procesos más complejos como la sanación, el duelo y la fragmentación de la personalidad.
«Hay algunas piezas que hablan de la zona de confort, de cómo nos sentimos y cómo se van quebrando los procesos humanos como el despertar, la desilusión y el amor», detalló.
En cuanto a las técnicas usadas, hay grabados, acrílico, fotografías intervenidas, acuarelas, óleo y mixtas.
De las obras
Las obras de Abigail Elías nacen de su interés por la flora silvestre que relaciona con los sentimientos y emociones humanas. Además, explora los paisajes a través de la edición de fotografías.
«Mi obra, “La caja de luz”, es sobre el sentimiento de calidez del color ámbar y la iluminación de la pieza invita a la gente a sentir calidez emocional. El color y la iluminación pueden cambiar el ambiente, pueden crear una sensación de seguridad y comodidad. También he de decir que las ramas de los árboles simbolizan la vida y la fuerza», compartió.
En cuanto a Sofía Artiga, su proyecto artístico es «Fragmentaciones», que abarca una serie de retratos abstractos y figurativos que abren paso a una experiencia visual de un estado físico y emocional donde la incertidumbre, la perplejidad o el conflicto sobre la propia identidad se logra a través de las posibilidades matéricas con base en métodos cinéticos.
«La muestra busca reflejar la problemática psicológica del estado disociativo, que se genera ante un impacto emocional o físico que pude provocar una situación traumática, definiéndose como un trastorno, que implica una sensación continua o episódica de desconexión o de estar fuera de uno mismo», explicó Artiga.
Las producciones de Víctor Andaluz han sido abordadas desde la catarsis y el proceso de sanación que buscan un crecimiento personal y artístico.
«Busco partir de lo personal, desde un punto de conexión entre mi experiencia y vivencias para conectar con aquellas personas que pueden observar mis obras o aquellas que puedan encontrar parte de su historia en las mismas; no solo busco la realización como creativo, también utilizo la producción artística como una herramienta terapéutica», aseguró.
Gabriela Chávez, con su proyecto «Crecimiento personal y Floreciendo», se dedica la «búsqueda de un desarrollo personal».
Asegura abordar el autoconocimiento humano, con sus debilidades y fortalezas íntimas, para identificar áreas específicas a fortalecer, así como la deconstrucción de barreras mentales que limitan al individuo.
«Conexiones con el origen», de Elena Zaldaña, habla sobre la relación del hombre y la naturaleza, con énfasis en el origen del ser humano y su conexión con la Tierra.
«La producción ha sido de exploración artística, pues el proceso de exploración es en sí mismo una forma de vinculación con el origen. Cuando exploramos un tema artístico también estamos explorando nuestra propia existencia», indicó.