Ante la crisis penitenciaria en Ecuador, el presidente Daniel Noboa firmó este lunes un decreto para imponer un estado de excepción por 60 días en todo el país. Esto también incluye un toque de queda todos los días entre las 11 de la noche y 5 de la madrugada en todo el territorio nacional. Además, quedó suspendida la libertad de reunión.
El presidente explicó que con las medidas, las Fuerzas Armadas tendrán «todo el respaldo político y legal en su accionar».
Disturbios, fugas de reos y retención de agentes penitenciarios se reportaron en al menos seis cárceles del país: El Inca, en Quito; Turi, en Cuenca; Machala, en El Oro; Ambato, en Tungurahua; Riobamba, en Chimborazo y en Cotopaxi. Esto ocurrió un día después de que Adolfo Macías, alias «Fito», considerado el criminal más peligroso del país, escapó de la prisión regional de Guayaquil.
En el centro de privación de libertad en Machala, en la provincia de El Oro, cerca de 18 agentes penitenciarios fueron retenidos por los reos. Una situación similar ocurrió en el centro penal de Cotopaxi, donde el personal de la Brigada de Fuerzas Especiales Patria de la Latacunga se desplegó. En la cárcel de Ambato, en Tungurahua, se dio a conocer la retención de 15 funcionarios.
El comandante de la Policía en Quito, Wilson Pavón, confirmó el amotinamiento en la cárcel El Inca, en la que varios privados de libertad quemaron colchones y uno de ellos intentó huir, pero fue recapturado.
Videos divulgados en redes sociales, que no fueron confirmados oficialmente, mostraron a los agentes penitenciarios en medio de un grupo de delincuentes armados con cuchillos. Un oficial leyó un mensaje para el presidente Noboa y miembros del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI). «Clamamos para que usted, señor presidente (Noboa) recapacite en cada una de sus decisiones», fue parte del texto que detalló el oficial.
Los operativos se desarrollaron mientras las autoridades de seguridad continuaban con el rastreo de Macías. La Policía admitió el domingo, después de más de 12 horas, que desconocía el paradero del líder de la banda delincuencial Los Choneros, vinculado al cartel mexicano de Sinaloa. La Fiscalía procesó a dos funcionarios penitenciarios por su supuesta conexión con la fuga.
El secretario de Comunicaciones, Roberto Izurieta, aseguró durante una entrevista que la mejor decisión que pudo haber tomado el Estado es «simplemente no hacer nada». «En el Ecuador bien sabemos que el sistema carcelario es un sistema fallido», agregó.