El presidente estadounidense, Donald Trump, comenzó ayer su segundo día de mandato con el propósito de aplicar la salva de medidas anunciadas por decreto para enterrar el legado de Joe Biden y combatir la migración ilegal.
Los migrantes «criminales ya no podrán esconderse en los colegios y las iglesias» de Estados Unidos para «evitar ser detenidos», declaró ayer un portavoz del Departamento de Seguridad Interior (DHS).
El Gobierno de Trump «no atará las manos de nuestras valientes fuerzas del orden; en su lugar confía en que utilicen el sentido común», añade en un comunicado sin dar su nombre. Horas después de jurar el cargo, el republicano firmó el lunes una batería de medidas contra la inmigración ilegal para poner fin a lo que considera una «invasión».
Una de ellas elimina el programa humanitario (Parole) que otorga permiso temporal a migrantes para permanecer en Estados Unidos. La administración demócrata «abusó del programa» de autorización condicional humanitaria «para permitir indiscriminadamente la entrada en nuestro país a 1.5 millones de migrantes», se quejó el portavoz del DHS.




A partir de ahora el programa volverá «a su propósito original de examinar a los migrantes caso por caso», añade. Otra de las acciones del presidente fue la reintegración de Cuba a la lista de patrocinadores del terrorismo, mientras que en la madrugada despidió a cuatro altos funcionarios designados por su antecesor y advirtió que «más de 1,000 adicionales» serán destituidos. «Mi Oficina de Personal Presidencial está activamente en el proceso de identificar y remover a más de 1,000 cargos presidenciales de la administración anterior que no se ajustan a nuestra visión de hacer a Estados Unidos grande de nuevo», publicó Trump en la red Truth Social.
Identificó a los cuatro funcionarios como el chef de origen español José Andrés, del Consejo Presidencial de Deportes, Salud y Nutrición; Mark Milley, del Consejo Asesor de Infraestructura Nacional; Brian Hook, del Centro Internacional para los Académicos Woodrow Wilson, y Keisha Lance Bottoms, del Consejo Presidencial para las Exportaciones.
«Que esto sirva como aviso oficial de despido para estos cuatro individuos, con muchos más que vendrán», indicó el mensaje. Su racha continuó con la destitución de la jefa de la Guardia Costera, la almirante Linda Fagan.
Pete Hegseth, el designado por el mandatario republicano para dirigir el Departamento de Defensa, avanzó la semana pasada que los cargos de los oficiales superiores de las Fuerzas Armadas «serán revisados con base en la meritocracia, los estándares, la letalidad y el compromiso con las órdenes legales».