Ayer, la Fuerza de Tarea Naval Tridente (FTNT) dio un nuevo golpe al narcotráfico luego que interceptaron a 903.7 kilómetros al suroeste las costas salvadoreñas una embarcación que transportaba 810 kilogramos de cocaína valuados en $20,250,000, según lo informó el presidente de la república, Nayib Bukele.
El mandatario detalló que la droga era trasladada en una embarcación de bajo perfil dirigida por tres personas: dos ecuatorianos y un colombiano.
Tras el fuerte decomiso, el ministro de la Defensa Nacional, Francis Merino Monroy, escribió en su cuenta de Twitter, «apoyamos a la @PNCSV en la #GuerraContraPandillas y mantenemos la lucha contra el narcotráfico. La política de seguridad contenida en el #PlanControlTerritorial del Sr. Pdte. @nayibbukele, ha permito realizar dos importantes incautaciones en 8 días».
Este es el segundo cargamento millonario de droga interceptado en altamar por los cuerpos de seguridad en menos de diez días, luego que el pasado 4 de mayo, la FTNT localizó otra carga a 574 kilómetros al sur de la costa salvadoreña en el sector de La Concordia, La Paz; La embarcación transportaba 28 bultos que contenían más de 800 kilos de cocaína con un valor en el mercado de $20 millones.
El lunes de esta semana las autoridades del Gabinete de Seguridad detallaron que desde junio de 2019 hasta mayo de 2022 han decomisado 19,236.8 kg de diferentes tipos de drogas valuados en $423 millones. Las incautaciones se dan en el marco del Plan Control Territorial, la estrategia de seguridad implementada por el presidente Bukele desde junio de 2019 y que a la fecha ha logrado una reducción histórica de los homicidios y otros delitos de alto impacto.
Las autoridades indicaron que en el referido periodo arrestaron a 120 personas vinculadas con el tráfico internacional de drogas: 44 salvadoreños, 27 guatemaltecos, 16 ecuatorianos, 18 mexicanos, 11 colombianos y 4 nicaragüenses.
El Gabinete detalló que el 66% de los narcóticos decomisados entre 2019 y 2022 ocurrieron en altamar, lo restante fue incautada en intervenciones por tierra. De ser encontrados culpables, los seis mexicanos podrían ser condenados hasta 30 años de cárcel.