Para el magistrado propietario del Tribunal Supremo Electoral, Julio Olivo Granadino, la criptomoneda de curso legal Bitcoin no debe enlazarse a los procesos electorales.
El funcionario publicó un pliego de propuesta de reformas al organismo colegiado de cara a los procesos electorales que El Salvador tendrá en 2024.
Las reformas están destinadas a la propaganda, al financiamiento de campañas con bitcoin y al sufragio activo y pasivo de los salvadoreños radicados en el exterior.
Sobre el primer aspecto, la reforma planteada por Olivo radica en que el TSE adquiera los espacios publicitarios, y sea el organismo el que los asigne a cada candidatura, garantizando así que todos los contendientes tendrán la misma cantidad de espacios.
En el tema del bitcoin, Olivo propone que el TSE diseñe un mecanismo que permita establecer la trazabilidad de las donaciones que reciba cada partido o candidato por medio de pago de bitcoin.
Para el voto en el exterior, la Asamblea Legislativa aprobó en 2021 una ley especial que define los requisitos y criterios para la emisión del sufragio desde el extranjero, pero no se ha definido que mecanismo se implementará.
La Comisión de Reformas Electorales aún se encuentra en la etapa de consulta con comunidades de salvadoreños radicados en el extranjero para definir la forma de votar.
En la propuesta de Olivo se consigna que debe ser con Documento Único de Identidad vigente, pero la ley aprobada en la Asamblea no lo contempla así, sino solo que el salvadoreño tenga DUI, aunque esté vencido.
Además, Olivo manifiesta que se cree un padrón o registro con los salvadoreños que tengan el deseo expreso de votar; la normativa aprobada no contempla ese registro.
Ese apartado fue uno de los impedimentos principales para que los connacionales pudieran votar, ya que conlleva un proceso lento para el padrón.