Con una solemne ceremonia en la Catedral Metropolitana de San Salvador, ayer se llevó a cabo la ordenación episcopal de monseñor Óscar Álvarez Orellana como obispo auxiliar de la arquidiócesis.
El nombramiento lo hizo el papa Francisco a través de una carta publicada en Roma el 16 de diciembre de 2023. La ordenación fue celebrada por el arzobispo metropolitano de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, y el cardenal Gregorio Rosa Chávez, quien fungió como obispo auxiliar previamente.
«Este es un día memorable para nuestra arquidiócesis: la ordenación episcopal de nuestro querido monseñor Óscar Álvarez Orellana, lo cual es motivo de inmensa alegría para todos y una bendición de Dios que, a través de su santidad, el papa Francisco, se nos concede», expresó el arzobispo.
De igual forma, le dio la bienvenida a Monseñor Álvarez Orellana. «Acogemos de la manera más cordial y con nuestros más calurosos parabienes a nuestro querido hermano monseñor Óscar Álvarez Orellana como obispo auxiliar. Dios ha puesto sus ojos en él para concederle la plenitud del sacerdocio. Querido hermano, comienzas ahora una nueva misión: el episcopado».
Durante la celebración, Escobar Alas también agradeció al cardenal Rosa Chávez por sus más de 40 años como obispo auxiliar.
«Expreso nuestro profundo agradecimiento a nuestro querido cardenal, monseñor Gregorio Rosa Chávez. Quiero hacer público el reconocimiento a su gran labor apostólica, pues ha servido a nuestra arquidiócesis durante todo su episcopado por más de 40 años y de la manera más generosa y abnegada, dando un testimonio de fidelidad», expresó el arzobispo.
«Queridos hermanos, aceptar esta nueva visión no es por un simple privilegio humano o para ser colmado de honores, no; sino que lo considero un encargo de Dios para ser su servidor en medio de su pueblo. Sabiendo que al que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho, y cuando más se le haya confiado, tanto más se le pedirá cuentas», expresó.
Además, pidió a todos los asistentes llevarlo en sus oraciones para que pueda cumplir lo que Dios le confía y lo que la iglesia espera.