En tres gobiernos del partido ARENA y dos del FMLN, período que abarcó 25 años desde 1994 hasta mediados de 2019, más de 106,000 salvadoreños fueron asesinados, principalmente por la violencia provocada por las pandillas, cuyos integrantes tomaron el control de las comunidades para imponer reglas y para someter a los ciudadanos.
Los registros oficiales revelan que los últimos tres gobiernos del partido ARENA cerraron con alarmantes cifras de homicidios, por ejemplo, al cierre de la gestión de Armando Calderón Sol (1994-1999) ya sumaban 38,405, mientras que en la presidencia de Francisco Flores (1999-2004) 9,818 salvadoreños fueron asesinados, y en la gestión de Elías Antonio Saca (2004- 2009) se cometieron 18,002 muertes violentas.
Estos hechos criminales demostraron el fracaso de los planes de seguridad. En 15 años de gobierno de ARENA, 66,225 salvadoreños fueron asesinados a un promedio de 4,415 por año.
Los planes Mano Dura y Super Mano Dura poco o nada sirvieron para bajar los alarmantes niveles de criminalidad; por el contrario, facilitaron la expansión de las maras a todo el país.
A partir de 2009 el FMLN gobernó El Salvador con la gestión del ahora prófugo Mauricio Funes (2009-2014), cuyo período cerró con 17,420 homicidios, mientras que la administración del ahora también prófugo Salvador Sánchez Cerén concluyó con 23,034 asesinatos.
Dos períodos del FMLN en el Gobierno no evitaron que 40,454 salvadoreños fueran asesinados, tampoco tres gobiernos de ARENA garantizaron la seguridad de 66,225 víctimas de la violencia homicida. En total, 106,679 salvadoreños murieron por causa de la criminalidad.
GOBIERNOS DEL FMLN FAVORECIERON A LAS MARAS CON LA TREGUA
El primer gobierno del FMLN se caracterizó por promover la tregua entre pandillas (2012), la cual otorgó beneficios a los criminales a cambio de parar la matanza, de esa manera las autoridades de ese entonces pretendían hacerles creer a los salvadoreños que la reducción de asesinatos se debía a la estrategia de seguridad.
Una investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) judicializada en julio de 2020 en el Juzgado Especializado de Instrucción de San Salvador determinó que Funes no solo avaló la tregua entre mareros, sino que también tuvo conocimiento pleno de los crímenes que estos grupos cometían y que no hizo nada para detenerlos porque solo le interesaba mantener buena imagen.
La gestión de Funes también se caracterizó por tener un repunte alarmante de la violencia en todo el país, tanto así que en junio de 2010 pandilleros quemaron y masacraron a 17 personas que viajaban en un microbús de la ruta 47 en la colonia Jardín, en Mejicanos.
La inseguridad se recrudeció con el segundo gobierno del FMLN. En la gestión de Salvador Sánchez Cerén, el país encabezó el listado de naciones más violentas del mundo luego de que en 2015 se tuvo un registró de 6,656 asesinatos, con una tasa anual de 106.3 homicidios por cada 100,000 habitantes, la más alta en la historia del país.
Ese quinquenio finalizó con 23,034 muertes violentas y dejó 2015 como el año más sangriento en la historia nacional, con un promedio de 18.2 asesinatos al día.
GESTIÓN BUKELE LES DEVOLVIÓ LA TRANQUILIDAD A LOS SALVADOREÑOS
No fue hasta la presidencia de Nayib Bukele que El Salvador dejó de formar parte del vergonzoso listado de naciones más violentas del mundo para convertirse en el país más seguro de Latinoamérica, gracias a la efectividad del Plan Control Territorial y el régimen de excepción, que permitieron reducir hasta en 2.4 la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes al finalizar 2023. Estos resultados han posicionado a El Salvador como el principal referente internacional para combatir las pandillas, logrando más de 75,163 capturas.