Durante los gobiernos corruptos del FMLN, el sistema penitenciario del país estuvo marcado por privilegios que las autoridades de ese momento dieron a los criminales que iban desde llevarles fiestas pornográficas en las cárceles hasta concederles llamadas ilimitadas al exterior para ordenar asesinatos y cobros de extorsión a la población.
El extremo de las administraciones pasadas fue la creación de una ONG [ASOCAMBIO] que según señalamientos de la Fiscalía General de la República (FGR) sirvió de fachada para que exfuncionarios en gobiernos del FMLN se beneficiaran de los millones que generaban las tiendas penitenciarias.
Los verdaderos cambios en el sistema penitenciario iniciaron con la gestión del presidente Bukele, pues esto fue enmarcado en la estrategia de seguridad denominada Plan Control Territorial, cuyas primeras acciones fueron tomar el control de los penales y retirar todos los privilegios que el FMLN dio a los criminales.
Respecto a este proceso de cambio, el actual director de Centros Penales, Osiris Luna, expuso en sus redes sociales cómo encontraron el sistema penitenciario del país y cuál es la situación actual.
«Anteriormente, los centros penales eran los cuarteles de operaciones de los grupos criminales y marcaban su territorio con mensajes alusivos a pandillas», señaló Luna.
El funcionario agregó que «Las pasadas administraciones dejaron que las cárceles se convirtieran en centros de operaciones para las pandillas con los más bajos niveles de seguridad, al grado que se hacían diariamente alrededor de 10,000 llamadas telefónicas para extorsionar a las familias salvadoreñas».
El director de Penales compartió fotos de los antiguos teléfonos fijos instalados en los penales, donde aparecen frente a ellos, exfuncionarios del gobierno del FMLN, el exministro de Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, y el exdirector de Penales, Marco Tulio Lima, actualmente procesados por haber desviado $14 millones de las tiendas penitenciarias.
«Ocurrían hasta 56 fugas desde los centros penales no reportadas a la PNC anualmente. Al mismo tiempo, fuera de las cárceles se dotó a los pandilleros de armamento militar y entrenadores en los polígonos de tiro del Estado, para atentar contra los salvadoreños», denunció Osiris Luna.
Luna añadió que «antes, se permitía el ingreso de objetos ilícitos como drogas y celulares; además, se realizaban todo tipo de libertinajes como las denominadas pornofiestas en las que se aprobó la entrada de prostitutas a los centros penales para diversión de los criminales».
Estas circunstancias generaron que los centros penales funcionaran como cuarteles generales de las pandillas, pues ni siquiera se realizaban requisas como parte de los beneficios pactados en la denominada «tregua entre pandillas» que avaló el prófugo de Mauricio Funes y varios de sus funcionarios.
«Ahora, con las requisas estratégicas y selectivas realizadas de manera permanente al interior de los centros penales y el bloqueo de señal junto a SIGET, se ha logrado evitar todo tipo de método que atente contra la vida de los salvadoreños», destacó Luna sobre las acciones implementadas desde el inicio de la actual gestión.
Enfatizó que «Por primera vez en la historia del sistema penitenciario salvadoreño tomamos el mando que antes se había cedido a los delincuentes, desarticulando bandas internas, aplicando la ley, combatiendo la corrupción; demostrando firmeza y determinación».