Las prisiones de máxima seguridad de Zacatecoluca «Zacatraz», ubicada en La Paz; y el Complejo Penitenciario de Izalco, en Sonsonate, se han convertido en los centros de reclusión para los más de 59,000 pandilleros capturados en poco más de ocho meses de implementación del régimen de excepción.
Los miles de mareros guardan prisión junto a otros criminales, principalmente cabecillas de esos grupos terroristas, que por su alto grado de peligrosidad fueron enviados a las prisiones de máxima seguridad.
«Todos los pandilleros detenidos durante el régimen de excepción serán llevados a penales de máxima seguridad. Seguimos… Guerra Contra Pandillas», publicó el presidente Nayib Bukele, el 01 de abril, en su cuenta de Twitter.
Un día después, 50 cabecillas de pandillas fueron trasladados de diferentes cárceles hasta Máxima Seguridad de Zacatecoluca. «Aquí les vamos a enseñar que la población honrada se respeta, y van a cumplir nuestras reglas», indicó el director de Centros Penales, Osiris Luna a través de su cuenta de Twitter.
En las prisiones de máxima seguridad, las autoridades de Centros Penales se han asegurado, por órdenes del mandatario, que los reos estén completamente incomunicados, aislados, y hasta les han racionado los alimentos, como es característico en este tipo de cárceles.
CENTRO DE CONFINAMIENTO CONTRA EL TERRORISMO
A finales de octubre de este año, el director de Centros Penales, Osiris Luna confirmó la construcción de dos penales destinados para albergar a más pandilleros detenidos durante el régimen de excepción.
«Dos cárceles están en construcción, la más grande que es el Centro de Confinamiento Contra el Terrorismo, que el señor presidente lo ha mencionado, va a estar lista dentro de poco», afirmó el funcionario.
Según Luna, ese centro tendrá las características para confinar a grupos terroristas y reducirá el hacinamiento. Ahí serán destinados gatilleros, palabreros y otros miembros de estructuras terroristas con rango dentro de esos grupos criminales.
El funcionario detalló que en esa cárcel se incrementará el número de custodios y se ha entrenado a fuerzas especiales para mantener el orden, control y disciplina.
El Centro de Confinamiento Contra el Terrorismo albergará a 20,000 pandilleros, contará con dos muros perimetrales, con una extensión total de cerca de 2,000 metros, con una distancia de 20 metros entre uno y otro.
Además, tendrá 37 torres de vigilancia, con una visión de 360 grados, 14 de ellas con una altura superior a los 10 metros.