El papa Francisco recibió este lunes en audiencia privada en el Vaticano al presidente francés Emmanuel Macron, en un momento particularmente delicado por la guerra en Ucrania.
El jefe de Estado francés, quien llegó acompañado por su esposa, Brigitte, permaneció casi una hora en el estudio privado del pontífice argentino en el palacio apostólico.
Se trata de la tercera vez que Macron se reúne con Francisco después de la primera celebrada en junio de 2018 y la segunda en noviembre de 2021.
El presidente Macron viajó a Roma el domingo para participar en la apertura de una cumbre interreligiosa dedicada a la paz y organizada por la organización católica italiana Comunidad de San Egidio, conocida por su labor de mediadora en numerosos conflictos de África y América Latina.
En su discurso, el mandatario francés lanzó un llamamiento por la paz y subrayó que depende de Ucrania decidir el momento de la paz, que «no puede ser la consagración de la ley del más fuerte».
«La paz se construirá con la otra (parte), que hoy es el enemigo, alrededor de una mesa, y ahí estará la comunidad internacional», recalcó.
El tema es prioritario para el papa Francisco, que no cesa de condenar el conflicto desde la invasión rusa de Ucrania en febrero y al mismo tiempo intenta mantener el diálogo diplomático con Rusia y la Iglesia ortodoxa de ese país, que apoya la posición de Vladimir Putin.
Durante el tradicional intercambio de regalos, el papa le obsequió a Macron una medalla de bronce con una talla de la plaza de San Pedro, mientras que el presidente le donó la primera edición en francés del «Tratado para la paz perpetua» de Immanuel Kant que data de 1796».
«Recen por mí», les pidió el papa, por lo que la esposa del presidente le respondió: «Rezo por usted todos los días».
La delegación francesa permaneció unos quince minutos con el pontífice, de 86 años, quien según las imágenes resultaba de buen humor y sonriente.
El mandatario francés se reunió sucesivamente con el número dos de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, así como con el «ministro» de asuntos exteriores, monseñor Paul Gallagher.
La víspera tuvo una reunión informal por la noche con la nueva primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, convirtiéndose en el primer líder europeo que la encuentra cara a cara.
«Como europeos, países vecinos, pueblos amigos, con Italia debemos continuar todo el trabajo iniciado. Triunfar juntos, con diálogo y ambición, se lo debemos a nuestra juventud y a nuestros pueblos», tuiteó luego el presidente francés junto a una foto con Meloni.
Macron tiene previsto este lunes un almuerzo privado con el jefe de Estado italiano, Sergio Mattarella.