Los Asados del Pastor es el nombre con el que se ha bautizado, a recomendación de la feligresía, el negocio que el líder de la Iglesia Bautista Modelo, Óscar David Benítez, ha instalado en el garaje de la vivienda donde se reúne la congregación.
El negocio de asados al carbón, en el que ofrece carne de res, pollo, cerdo y otros antojitos cocinados a las brasas por él, inició con el objetivo de obtener ingresos para el mantenimiento de la iglesia.
Dejando a un lado la corbata, la Biblia y el púlpito, cada mediodía Benítez se pone su filipina, gorro y los implementos de chef con los que se ayuda para asar las carnes, que ha dejado marinadas previamente con aderezos que llevan su toque personal y que les dan un sabor único.
«Los Asados del Pastor comenzó hace dos años; iniciamos como un proyecto familiar porque había ciertas necesidades para la iglesia, decidimos iniciar con venta de carne, vino una persona que era chef parrillero y me dijo: “Pastor iniciemos el proyecto, hagamos una prueba piloto”. Ese día de prueba vendimos 30 platos de carne y desde entonces continuamos», contó el líder religioso.
Pero el acompañamiento de aquel chef, recuerda Benítez, solamente fue para el día de la prueba, por lo que tuvo que ponerse al frente por completo, siendo apoyado por miembros de la iglesia en la preparación de los platillos y en la distribución a domicilio de los pedidos.
El pastor afirma que todos los implementos del negocio, incluyendo las parrillas, fueron «un regalo de Dios» a través de donaciones de personas que se congregan en la iglesia.
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Solicitando consejos de cocineros profesionales, Benítez, cuya madre tuvo en su momento un comedor, fue creando sus propias recetas para marinar las carnes y crear sus platillos con los respectivos acompañamientos.
«Tomé lo que Dios me regaló y cada vez se fue expandiendo más el menú, porque venían las personas y me decían: “Mire, yo quiero costilla, yo quiero chorizos”. Comenzamos a través de las personas a integrar más variedad en la parrilla. Ha sido todo un proceso, conociendo los tipos de especie. Los productos que usamos y principalmente las carnes, todo es producto fresco de primera calidad», dice orgulloso.
Agrega que precisamente ese ha sido el éxito, además de la bendición de Dios: usar los mejores ingredientes del mercado, productos frescos del día y el aderezo secreto de las carnes, algunas de las cuales, como la de res, deja marinada desde un día antes, para que agarre todo el sabor de la preparación especial.
«La bendición del negocio no es especialmente lo bueno que vendemos, sino la bendición que Dios nos manda a través de las personas, de los clientes, esa es una gran bendición», sostuvo.
Benítez dice que el negocio de los asados solamente funciona en hora-rios del mediodía, porque la tarde está reservada para las actividades religiosas, como los cultos y otras propias de la iglesia, «el alimento espiritual».
El pastor permanece cocinando sobre la avenida Fray Felipe de Jesús Moraga Norte y 8a. calle poniente, en el barrio San Juan, de la ciudad de Santa Ana, donde los comensales pueden consumir en el lugar o llevar a sus viviendas.
Durante la pandemia generada por la covid-19 y la cuarentena domiciliar obligatoria ordenada por el gobierno, el negocio tuvo que adaptarse e incorporar el servicio a domicilio, el que aún mantiene y que ha permitido ampliar el negocio y llegar hasta la casa de los clientes.