El consorcio Distribuidora Nicaragüense de Petróleos (DNP)-PETRONIC es un conglomerado de empresas que tiene buena parte del mercado de hidrocarburos en Nicaragua desde 2009, además, son los principales vendedores de combustible de esa nación.
El 12 de diciembre de 2019 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ordenó sanciones contra la DNP, y acusó de haber «sido utilizado por miembros de la familia (del presidente) Ortega para su propio enriquecimiento personal».
La DNP es propiedad de Rafael Ortega Murillo y durante mucho tiempo, el principal negocio de la empresa fue la distribución del petróleo enviado bajo concesiones por Venezuela, que entre 2007 y 2016 le facilitó a Nicaragua crudo por un valor aproximado de $3,700 millones.
Una publicación de Confidencial, un medio digital nicaragüense, da cuenta que Petronic se puso en la mira directa de las autoridades estadounidenses, ya que posee el 49% de las acciones de Alba de Nicaragua S. A. (Albanisa), empresa creada para manejar los recursos de la cooperación venezolana, privatizada por Daniel Ortega durante su primer período de Gobierno.
«El 51% restante de las acciones pertenece a Petróleos de Venezuela (PDVSA), que ha sido convertida en una especie de paria financiero internacional, como una forma de cortar el acceso de la dictadura de Nicolás Maduro a los recursos de la petrolera venezolana», se lee en la nota periodística.
Confidencial detalla que las sanciones contra PDVSA y la promulgación de la NICA Act por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, profundizaron los problemas económicos de DNP Petronic, estos venían desde antes, desde el momento en que empezaron a mermar los recursos provenientes de la cooperación venezolana.
«Si entre 2010 y 2014, Albanisa recibió $2,681.5 millones, y pudo conservar $2,200.5 millones, luego de abonar a la deuda acumulada con Venezuela, los años dorados comenzaron a revertirse en 2015, cuando comenzó a reducirse significativamente la diferencia entre los montos recibidos y los pagados, hasta que el flujo se volvió negativo en 2016. Las estadísticas muestran que entre 2016 y 2017, Albanisa habría recibido $183.9 millones, y abonado $370 millones, lo que significa que tuvo que desprenderse de $186.1 millones», se lee en la investigación periodística.