Los laboratorios Pfizer (estadounidense) y BioNTech (alemán), fabricantes de una de las principales vacunas contra el covid-19, anunciaron el miércoles un nuevo proyecto común de vacuna de ARN mensajero (ARNm), contra el zóster varicela, conocido popularmente como ‘culebrilla’.
Por su parte Moderna anunció que había comenzado los ensayos de una vacuna contra la mononucleosis, utilizando también ARNm. Se trata de una primera dosis que fue inyectada a un participante para evaluar una vacuna contra el virus de Epstein-Barr (VEB), causante de la mononucleosis infecciosa.
El acuerdo entre Pfizer y BioNTech incluye la «investigación, desarrollo y comercialización» de la vacuna, señala un comunicado conjunto de ambas empresas, que especifica que «las pruebas clínicas comenzarían en el segundo semestre de 2022».
«Los adultos mayores de 50 años, así como los grupos de población considerados vulnerables, como pacientes con cáncer, tienen mayor riesgo de infectarse con zóster. Nuestro objetivo es desarrollar una vacuna de ARNm con un perfil de seguridad positivo y alta eficacia», explica en el comunicado de prensa Ugur Sahin, presidente de BioNTech.
La colaboración entre el gigante farmacéutico estadounidense y el especialista alemán en biotecnología comenzó en 2018 con un proyecto de vacuna contra la gripe.
Este programa fue reemplazado en 2020 a causa de la aparición del nuevo coronavirus, lo que llevó a ambos laboratorios a desarrollar en tiempo récord la primera vacuna de ARN mensajero aprobada contra el covid-19.
La tecnología del ARN mensajero hasta ahora no ha sido aplicada contra otro virus, pero es considerada como muy prometedora en el combate contra muchas enfermedades.
Actualmente se desarrollan varios proyectos de vacunas de ARN mensajero, no sólo contra la gripe sino también para combatir al VIH.
BioNTech, pionero en la investigación de esta tecnología, trabaja en el desarrollo de vacunas contra varias enfermedades, como la tuberculosis, la malaria y ciertos cánceres.
El herpes zóster o zóster varicela es una manifestación de la reactivación del virus de esta última enfermedad, que afecta con mayor frecuencia a adultos mayores de 50 años. Tras la convalecencia por varicela, el virus permanece latente en las células nerviosas del organismo y puede reactivarse a causa de factores desencadenantes, como el estrés o la inmunosupresión.
Por lo general es benigna, pero esta infección localizada puede provocar la aparición de dolores.
Aunque en la actualidad hay vacunas aprobadas contra el herpes zóster, ambos laboratorios creen que se puede desarrollar otra mejorada, más eficaz y mejor tolerada utilizando la tecnología de ARNm.