Santiago Pérez Avelar viajó hace un año desde Italia hasta Tejutla, Chalatenango, y por primera vez, desde hace 22 años, pudo caminar de un cantón a otro sin que su vida estuviera en peligro por las pandillas. Realizó un recorrido por la noche y no fue víctima de ningún robo como antes.
En lugar de encontrarse con miembros de grupos criminales que lo interrogaran de dónde provenía o qué estaba haciendo por la zona, fue testigo de un despliegue de seguridad de la Policía Nacional Civil (PNC) que le permitió trasladarse sin problemas en el mismo municipio.
El régimen de excepción cumplirá en marzo dos años en vigencia y, de acuerdo con las autoridades de seguridad, por medio de esta estrategia, en más de 400 días ha habido cero homicidios en el territorio nacional.
Por esa experiencia en su propio hogar, decidió ir a votar el 4 de febrero de manera presencial en un centro de votación en Milán, pues consideró que la reelección del presidente Nayib Bukele y un período más con diputados de Nuevas Ideas en la Asamblea Legislativa son necesarios para que los planes de seguridad continúen en El Salvador.
«La situación del país era muy peligrosa, tenía una hija estudiando y en ocasiones la asaltaron», detalló al comentar el motivo por el que emigró en 2002, cuando fungía como presidente Francisco Flores, del partido ARENA.
Sin embargo, su percepción fue diferente tras su visita en 2023. «Hace un año fui a El Salvador y había más seguridad, pude viajar a cualquier lugar. Antes no era posible», explicó. «La gente está entusiasmada de ver los cambios que está haciendo el presidente Nayib Bukele», profundizó.
Avelar fue uno de los cientos de salvadoreños que tuvieron que escapar de la violencia e inseguridad, historias como las suyas fueron divulgadas por otros de sus compatriotas mientras hacían fila para emitir el sufragio.
Ese domingo, después de reclamar su derecho desde el exterior, se desempeñó como orientador, un cargo al que se ofreció voluntariamente para vigilar que el proceso electoral se desarrollara bajo el reglamento del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
«Escuché los comentarios de las personas. Algunos decían que nunca en su vida habían votado porque no creían en los políticos, pero esta vez, por los cambios que ha hecho el presidente, se decidieron por ir a votar», aseguró.
Desde su cargo, pudo presenciar el masivo apoyo al presidente Nayib Bukele y a los diputados de Nuevas Ideas sin la influencia de nadie, sino con la única satisfacción de que El Salvador que dejaron en años pasados ya no es el mismo.
«La gente estaba entusiasmada de votar por el presidente y por los diputados de Nuevas Ideas. La oposición no acepta y cuestiona», manifestó al ser consultado sobre el pronunciamiento de partidos de oposición en los últimos días en el escrutinio final que se está llevando a cabo en San Salvador.
«Eso ha sido debido a que ellos no están de acuerdo con los resultados, los de la oposición no aceptan la derrota», aseveró.