En el dispositivo, desplegado principalmente en Barcelona y su área metropolitana, los agentes se incautaron también de cinco armas de fuego, diversas armas blancas, marihuana y 180.000 euros (193.000 dólares), entre otros.
Los detenidos son miembros de los Casuals, «la facción más violenta de los Boixos Nois [grupo radical de seguidores del FC Barcelona, ndlr]» y son sospechosos de presuntos delitos de «homicidio, secuestro, cultivo y tráfico de marihuana, amenazas, lesiones, extorsión, desórdenes públicos en el ámbito del deporte y organización criminal», según el comunicado emitido por los Mossos d’Esquadra, la policía regional catalana.
La investigación, que dirige un juzgado de Barcelona, sigue sin embargo abierta y bajo secreto de sumario.
Las pesquisas policiales arrancaron el pasado noviembre a raíz de un asalto violento que dejó varios heridos en un bar frecuentado por hinchas radicales del Espanyol, el rival tradicional del FC Barcelona en la ciudad, tras el que se identificó a seis personas.
«Como consecuencia del análisis de toda la información obtenida en la investigación se comprobó que las mismas personas que habían participado en la agresión presuntamente formaban parte de una organización criminal estructurada y con un liderazgo marcado, asentado en territorio catalán, amparados bajo el nombre de Casuals, la facción más violenta de los Boixos Nois, el grupo de animación radical del F.C. Barcelona», indicaron los Mossos.
Entre los 25 detenidos se encuentran algunos líderes del grupo, además de personas con diferentes grados de implicación, señalaron los agentes.
En su primera etapa al frente del club (2003-2010), el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, decidió expulsar del estadio del club catalán, el Camp Nou, a los grupos radicales, lo que le costó diferentes amenazas.