El presidente de la república, Nayib Bukele, cumplió la promesa que le hizo al pueblo salvadoreño y envió ayer a la Asamblea Legislativa un anteproyecto de reforma del sistema previsional que garantizará pensiones dignas para los ya jubilados y para los cotizantes cuando se jubilen. Con los gobiernos de ARENA y del FMLN, la clase trabajadora no accedió a pensiones justas.
«Este día [ayer], cumpliendo otra promesa al pueblo salvadoreño, he enviado la reforma de pensiones a la Asamblea Legislativa», anunció Bukele en Twitter. Con la reforma que informó el presidente, la pensión mensual aumentará sustancialmente en favor de todos los cotizantes porque el patrono pagará el 1 % más de la tasa de cotización y las administradoras de fondos de pensiones (AFP) recibirán menos, pues se reducirá la comisión que cobran por administrar la cuenta individual de ahorro.
Actualmente, la tasa de cotización que aporta el patrono es de 7.75 % y las AFP cobran el 1.9 % por administrar el dinero de los cotizantes (que incluye pago de seguro y comisión). Por su parte, el trabajador será beneficiado porque seguirá pagando la misma tasa de aportación, que actualmente es del 7.25 %, según la última reforma, que fue aprobada en 2017.
Bukele dijo que, en términos generales, con estos cambios aumentará la rentabilidad de todas las pensiones de quienes ya están jubilados y todos los cotizantes para cuando se retiren. Además, los cotizantes que ya retiraron un porcentaje de sus ahorros no tendrán que devolver el dinero, no pagarán más, se jubilarán a la misma edad y la pensión también aumentará, pero en un porcentaje menor en comparación con la de quienes no lo retiraron, explicó el jefe de Estado.
Otra de las novedades es que los salvadoreños en el exterior tendrán la opción de cotizar en el sistema previsional salvadoreño para gozar de los beneficios de un sistema rentable y seguro. Un elemento novedoso es que se crea el Instituto Salvadoreño de Pensiones, que será la institución rectora en materia previsional.
Entre las funciones de esa entidad estarán la defensa de los derechos de los cotizantes y la supervisión de las AFP, para que los ahorros de los cotizantes no sean trastocados y se les garantice un retiro digno a los cotizantes. Bukele dijo que con la reforma presentada no aumenta la edad de jubilación ni los años de cotización de los afiliados.
El presidente de la república envió el proyecto a la Asamblea Legislativa en manos de los ministros de Hacienda, Alejandro Zelaya, y de Trabajo, Rolando Castro, quienes lo entregaron a la vicepresidenta del parlamento Suecy Callejas. Los funcionarios coincidieron en que las enmiendas fueron construidas en consenso con la clase trabajadora del país.
En octubre del año pasado, Bukele se reunió con un amplio grupo de sindicalistas en Casa Presidencial, quienes pidieron una reforma de pensiones que beneficie a la clase trabajadora y que no la perjudique como ocurrió en 1998, cuando las pensiones fueron privatizadas por el segundo gobierno de ARENA, con Armando Calderón Sol.
Zelaya aclaró que la reforma previsional no nacionaliza el sistema de pensiones porque, como Gobierno del presidente Bukele, se respeta «la iniciativa privada». En 2017, el FMLN, que controlaba la Asamblea Legislativa y el Ejecutivo, abogó por una reforma nacionalizadora de pensiones; sin embargo, la propuesta no prosperó y fue desestimada porque era lesiva para los ahorros de los cotizantes.