El presidente de Chile, Gabriel Boric, llegó al segundo año de Gobierno con un 27 % de aprobación y una desaprobación de 66 %, según la empresa de investigación de mercado y opinión pública Cadem.
La principal crítica contra el Ejecutivo es la delincuencia e inseguridad. El estudio se realizó entre el 6 y el 8 de marzo en 16 regiones del país a personas de 18 años o más.
Los resultados representan una caída de ocho puntos de su aprobación y un aumento de cinco puntos de desaprobación, respecto a una encuestada desarrollada entre el 21 y el 23 de febrero por esta misma empresa. El estudio anterior arrojó que el aval fue de 35 % y la desaprobación fue de 61 %.
Son nueve las principales razonas por las que la ciudadanía chilena desaprueba al mandatario. La lista encabeza la delincuencia e inseguridad (37 %), manejo económico (23 %) y mala gestión en general (21 %).
A principios del año, Boric admitió que había un alza en la violencia, crímenes y de la delincuencia en el territorio. «No vamos a permitir que el crimen organizado se normalice», prometió, y agregó que desplegaría un plan de seguridad con el que controlaría la situación.
No obstante, este problema fue detectado por la población desde finales de 2023. En noviembre, la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) reveló que la percepción de inseguridad en Chile alcanzó el 90.6 %. El 21.8 % de los hogares dijo que ha sido víctima de algún delito.
En retorno al documento de Cadem, otros temas por los que la ciudadanía no aprueba la gestión de Boric es por falta de experiencia política (11 %), promesas no cumplidas (7 %), alza de precios (5 %), empleo (5 %), escándalos de corrupción (4 %) y por las pensiones (3 %). Además, el 46 % otorgó una nota mínima entre 1 y 3 en el segundo año de mandato.
El 71 % considera que el presidente no ha cumplido con las expectativas que tenían con su liderazgo frente al Ejecutivo. El 57 % cree que el país retrocedió con su Gobierno, en comparación con la anterior gestión de Sebastián Piñera. Y el 67 % dijo que el presidente de izquierda no genera confianza.