La jefa de seguridad nacional de Estados Unidos, Liz Sherwood-Randall, dijo este lunes que el número de muertos podría subir hasta 600 por las inundaciones causadas por el huracán Helene en el sureste del país norteamericano.
«Parece que podrían haberse perdido hasta 600 vidas», comunicó Sherwood-Randall a los periodistas. «Sabemos que hay 600 personas desaparecidas», agregó.
El Gobierno de Joe Biden aprobó ayuda federal para varios estados tras el desastre y prometió que la asistencia durará «todo el tiempo que sea necesario».
«Seguiremos enviando recursos, incluyendo alimentos, agua, comunicaciones y equipos de salvamento», afirmó el presidente, que planea viajar a las zonas más afectadas esta semana.
Helene tocó tierra el jueves por la tarde cerca de Tallahassee, capital de Florida, como un huracán de categoría 4 -en una escala de 5- con vientos de 225 km/h. Posteriormente, se degradó a ciclón postropical, pero dejó un paisaje desolador en Florida, Georgia, Carolina del Sur y del Norte, Tennessee y Virginia.
Los socorristas seguían buscando supervivientes y llevando alimentos a los residentes afectados por las inundaciones, los cortes de energía y las carreteras bloqueadas. Casi dos millones de hogares y empresas permanecían sin electricidad hasta ahora, según poweroutage.us.
El fenómeno se convirtió en tema importante de campaña electoral. La vicepresidenta y candidata Kamala Harris, que canceló eventos de campaña para informarse sobre la respuesta federal, visitará las zonas afectadas después de la primera ola de operaciones de emergencia. En cambio, el candidato Donald Trump llegó a Valdosta, en Georgia, el lugar donde hubo mayor destrucción por las inundaciones.