Una red de siete personas que utilizando documentación de forma fraudulenta solicitó préstamos y tarjetas de crédito a nombre de 14 víctimas, fueron acusados por la Fiscalía General de la República en el Juzgado Primero de Paz de San Salvador.
Los imputados son procesados por hurto de identidad y hurto por medios informáticos, acciones delictivas que les permitió consumar un fraude de $70,000, según el expediente presentado ayer.
Los hechos ocurrieron durante las medidas decretadas por la pandemia de COVID-19, entre los años 2020 y 2021, período en el cual los bancos habilitaron nuevos canales electrónicos para que sus clientes tramitaran productos financieros.
«La investigación inició mediante denuncia que fue interpuesta por una agencia bancaria en la cual informaba que personas se habían abocado a informar que habían solicitado productos, es decir tarjetas de crédito y préstamos personales y que habían recibido correos electrónicos y mensajes de texto informándoles que había retirado dinero de ciertas cuentas lo cual no había ocurrido», explicó un fiscal.
Cuando llegaron a los bancos se enteraron que había cargos en sus cuentas, pero en las cámaras de los cajeros automáticos se observó que otras personas habían realizado los retiros de dinero.
«Los imputados utilizando los DUI de manera fraudulenta de las víctimas solicitaban tarjetas de crédito, así como también préstamos personales y es de esta forma que se hacían pasar como las víctimas y realizaban los hurtos de dicho dinero», agregó el representante del ministerio público.