El primer mural lo dibujó en el baño de su casa cuando tenía siete años. Benjamín Estrada pintaba paisajes con los pedazos de yeso que su maestra lo mandaba a botar.
Así comienza la historia de este docente santaneco, que ahora plasma su arte en espacios públicos de Santa Ana y de otros municipios del país, además de crear cuadros con diversas técnicas pictóricas.
De sus comienzos comenta que su hermano mayor era un pintor de murales comerciales y que él lo acompañaba para ayudarle en el trabajo.

«Así me fui involucrando en la parte de hacer murales. He hecho murales en San Salvador, y los que he hecho aquí [en Santa Ana] ya no son comerciales. He apostado más por la parte cultural», agregó.
Su último trabajo se plasma en las paredes del muro perimetral del bachillerato industrial del Centro Escolar INSA.
Es un proyecto cultural que llevó a cabo con el colectivo artístico Buruca, del que forma parte, que está integrado por docentes y pintores particulares. Otra de sus obras se puede apreciar también en el redondel de la colonia El Palmar.
Estrada señala que con sus murales busca darle vida a espacios públicos y acercar el arte a la población que no puede asistir a salas de exposición, en las que también ha participado varias veces con sus cuadros.
«Estoy convencido de que todos tenemos derechos culturales, lo que pasa es que no los conocemos. Es necesario democratizar el arte, que la gente tenga acceso no solo a la producción, sino también a gozar del arte cultural. Para mí, creo que los murales son de mayor impacto en las comunidades y es una forma de que la gente tenga acceso al arte», expresó.