Durante 35 años, una obra social de la parroquia María Auxiliadora ha apoyado a los adultos mayores de escasos recursos económicos.
Así nació el comedor Mamá Margarita, con el objetivo de ayudar con alimentación, servicios médicos y recreación a las personas que no cuentan con un hogar o con familiares que les proporcionen apoyo.
Actualmente, debido a la pandemia, suman alrededor de 70 los beneficiarios, quienes en su mayoría viven en el dormitorio municipal y llegan al comedor a alimentarse dos veces al día.
«Ya tenemos varios años de existir. Desde 1986 estamos dando este servicio de asistencia a los adultos mayores necesitados. Los requisitos son que el adulto tenga 60 años o más y que sea una persona de escasos recursos», apuntó Claudia Ascencio, administradora del comedor.
El comedor vive de donaciones. En muchas ocasiones, los mismos feligreses o las personas que conocen el proyecto lo apoyan haciendo donación de alimentos, efectivo o cualquier otro tipo de insumos que aporten a esta labor.
Según Ascencio, desde la inauguración de este proyecto, el servicio se ha brindado todos los días, de lunes a domingo, sirviendo gratuitamente desayunos y almuerzos, con menús variados para todas las personas que llegan a solicitarlos.
Anteriormente el comedor servía en mesa el alimento a todos los adultos mayores, pero por la pandemia, los alimentos se están sirviendo solo para llevar, siempre cumpliendo los protocolos de bioseguridad, como el uso obligatorio de la mascarilla, alcohol en gel y el distanciamiento entre los usuarios a la hora de llegar a recogerlos.
«Solo para la cuarentena cerramos varios meses después de tanto tiempo. Volvimos a abrir y estamos dando el servicio para llevar. Usualmente era servicio en mesas, pero estamos esperando ya estar todos vacunados y el tiempo que sea necesario para volver a abrir nuestras puertas», expresó Ascencio.
De acuerdo con sus administradores, algo que caracteriza al comedor Mamá Margarita es que no solamente brinda alimentación, sino que mediante la clínica María Auxiliadora ofrece consultas médicas gratuitas a los adultos mayores.
También las actividades lúdicas y de recreación estaban incluidas, aunque debido a la pandemia han sido suspendidas. «Si alguno de nuestros usuarios necesita atención médica, se le hace una nota y, con el carné que porta, se le atiende. Antes de la pandemia se daban jornadas médicas, se les invitaba a jornadas litúrgicas y a actividades ocupacionales; además, se les llevaba de paseo, a celebraciones, entre otras», enfatizó.
Asimismo, agregó que la mayoría de los usuarios llega todos los días, por lo que muchas veces ya conocen dónde viven, si padecen alguna enfermedad o cualquier otro detalle personal, lo cual les permite brindar una atención personalizada.
Las personas que deseen donar pueden acercarse a la 1.ª avenida norte y 23.ª calle poniente, en San Salvador.
«Nosotros no ponemos límites con las donaciones, todo lo que sea y se utilice en alimentación, como azúcar, sal, huevos, atol de maíz, entre otros, lo recibimos. También solicitamos cosas de limpieza y bioseguridad, ya que por la COVID-19 debemos comprar alcohol en gel, lejía, amonio y todo lo que sea para limpiar», detalló.
El comedor cuenta con una página en Facebook, en donde se publican las listas de necesidades con las cuales se puede colaborar.