El Sistema Nacional de Protección Civil se prepara ante desastres regionales mediante la realización del ejercicio Sentinel Watch 2023, de simulación teórica de asistencia humanitaria y ayuda en caso de desastres.
En el evento participó la Dirección General de Protección Civil, a través de su Unidad de Guardavidas, el Equipo Táctico de Emergencias (ETEM), Cuerpo de Bomberos, cuerpos de socorro (Cruz Roja Salvadoreña, Comandos de Salvamento y Cruz Verde Salvadoreña), Policía Nacional Civil y el Fondo Solidario para la Salud.
Además de la Unidad Humanitaria de Rescate (UHR) de la Fuerza Armada de El Salvador junto al personal de la Fuerza de Tarea Conjunta Bravo (JTF-Bravo), de la Oficina de Asistencia Humanitaria de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID/BHA).
El director de Protección Civil, Luis Alonso Amaya, informó que el ejercicio «tiene como objetivo, fortalecer o medir capacidades en materia de aguas seguras, también búsqueda y rescate en aguas abiertas. Es una mezcla de conceptos que se han sumado al ejercicio y lo que pretendemos es que todo el personal de las instituciones operativas también tenga las oportunidades de conocer metodologías y conceptos».
Agregó que también se pretende establecer relaciones previas a desastres, ensayar comunicaciones entre instituciones y construir un modo de operación en común, a través de un escenario de desastre con el fin de incrementar la capacidad de coordinación durante una emergencia compleja y mejorar la respuesta en la región salvadoreña.
Uno de los ejercicios consistió en la simulación de las emergencias ocurridas en el país después de 72 horas de lluvias en las que se reportaron deslizamientos de rocas que dañaron edificios e inundaciones que afectaron cosechas y viviendas, además se registraron familias que perdieron pertenencias y están resguardadas en albergues y se informa de fallecidos.
Las entidades participantes integraron y discutieron los procedimientos operativos estándar para profundizar sobre cómo operativizar sus capacidades de forma conjunta, en caso suceda una emergencia o desastre que requiriera asistencia internacional.
Asimismo, estarán más familiarizados con el funcionamiento de cada organización, dónde se situaría cada una en función de la emergencia, cómo comunicarse y con quién coordinarse para dar una respuesta oportuna, integral, multisectorial e interinstitucional.
En el evento se establecieron las relaciones previas a desastres, ensayaron comunicaciones entre instituciones y construyeron un modo de operación en común, a través de un escenario de desastre para incrementar la capacidad de coordinación.