Después del arrebatamiento de la Iglesia y antes de la venida por segunda vez de nuestro Señor Jesucristo a esta tierra para establecer su reino, se da un período que se le llama tribulación y gran tribulación, que dura literalmente siete años. Para el inicio de este período se narra en el capítulo 5:1 de Apocalipsis lo siguiente: «Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera sellado con siete sellos».
Estos sellos representan una serie de eventos previos al regreso de Jesús a la Tierra. Se narra también que el libro nadie podía ser digno de tomarlo y de abrir los sellos, nadie, ni en el cielo ni en la tierra, y la tristeza era porque si los sellos no se abrían no se podría juzgar la maldad, y esta seguiría por siempre en la eternidad afectando toda la creación. Sin embargo, en Apocalipsis 5:5 y 9 se menciona que solo el cordero inmolado, el león de la tribu de Judá, de la raíz de David, es digno de leer el libro y desatar los sellos, en referencia tácita a nuestro Señor Jesucristo, ya que con su sangre nos redimió y es el único capaz de juzgar al mundo.
La Biblia nos describe los cuatro primeros sellos representados por cuatro caballos de diferentes colores; estos también se conocen como los cuatro caballos y jinetes del Apocalipsis.
El cordero de Dios abre el primer sello, Apocalipsis 6:1-2, y aparece un caballo blanco, y el que lo montaba tenía una corona y portaba un arco. El caballo blanco es símbolo de paz, que es la promesa que propone el anticristo al mundo, una tierra llena de paz y seguridad. Aparece como un gobernante pacifista de la élite política mundial capaz de resolver todos los problemas complejos de este mundo, ofreciendo un paraíso terrenal, y se le da gran autoridad y poder para vencerlo todo, aun a los santos de Dios.
En Apocalipsis 6:3-4 se abre el segundo sello y aparece un caballo color bermejo, el cual simboliza grandes guerras, se le da el poder de quitar la paz en la Tierra, lo cual provocará una serie de desgracias y calamidades a la humanidad entera. Ese caballo representa muertes y guerras sangrientas.
Se abre el tercer sello, Apocalipsis 6:5-6, y aparece un caballo negro, el cual representa una gran hambruna. La gente trabajará duramente apenas para comer, la hambruna se multiplicará de manera horrorosa en la Tierra como resultado de las grandes guerras.
En el cuarto sello, Apocalipsis 6:7-8, aparece un caballo amarillo, que representa la muerte, enfermedades, pestes y mortandad mediante la cual una cuarta parte de la población de la Tierra muere.
No cabe duda de que algunas de estas cosas se han estado dando a lo largo de la historia humana, pero en menores dimensiones, solo como principio de dolores, pero esto será más profundo y empeorará grandemente en los días de la tribulación y gran tribulación.