Salvador Antonio Cabrera, de 56 años, llegó al parque 5 de noviembre de Atiquizaya, Ahuachapán, desde el caserío Kilo 5, cantón Lomas de Alarcón, del mismo municipio para aplicarse su primera dosis de la vacuna contra la COVID-19.
No llegó solo, ya que lo acompañó su hermano y sus dos sobrinos menores de 11 años. Cabrera afirmó que se decidió inmunizarse al valorar todos los esfuerzos que está haciendo el gobierno del presidente Nayib Bukele por combatir la pandemia.
Además, de que tenía temor de colocársela por los posibles efectos secundarios que tienen y por los rumores de algunas personas.
«Soy sincero, no me la había puesto porque tenía miedo, pero hoy dejé el miedo atrás. Está comprobado que no pasa nada, mis sobrinitos se la han puesto y van como si nada, no era posible que yo dejara pasar la oportunidad tan cerquita. Voy convencido que este gobierno nos cuida bastante», dijo Cabrera, satisfecho luego de aplicarse su primer dosis del fármaco.
Este hombre se ha dedicado desde hace más de 30 años a hacer viajes particulares en su pick-up hacia emunicipio de San Lorenzo.
Debido a su trabajo tiene mucho contacto con varias personas que requieren de sus servicios, incluso moviliza a personas que traen sus ventas a los mercados, por lo que esa razón es la principal para vencer el miedo, no escuchar rumores y aplicársela lo más pronto la vacuna.
«Quiero cuidar a mis clientes, porque ellos me dan de comer, gracias a Dios de mis clientes todos siguen de pie, por eso vamos a cuidarnos más», agregó Cabrera.
En el municipio de Atiquizaya, el Ministerio de Salud puso a disposición 300 dosis de vacunas contra la COVID-19, al igual que en Apaneca y El Refugio.