Luego de que la Cámara de Diputados de Chile rechazara contundentemente la reforma tributaria propuesta por el presidente Gabriel Boric, el gobierno chileno actual enfrenta una nueva crisis de credibilidad al ver su segunda propuesta prioritaria ser dejada de lado, evidenciando el rechazo creciente que existe hacia el Ejecutivo en el país sudamericano.
Este nuevo revés para Boric llega luego de que en septiembre de 2022, la nación chilena rechazara la propuesta de escribir y ratificar una nueva Constitución. De esta forma, dos de las propuestas más importantes del mandato de Boric quedaron rechazadas, confirmando lo que ya las encuestas han señalado en cuanto a la percepción que se tiene de su gestión.
Según medios internacionales, la reforma tributaria impulsada por Boric buscaba recaudar un 3.6 % más en el Producto Interno Bruto (PIB) de la nación, entre otras acciones, pero sin señalar las bases claras para un crecimiento de la economía chilena, provocando el rechazo de los sectores populares y de los opositores a su gestión.
Medios internacionales apuntan también que, tras este fallo negativo, el gobierno de Boric deberá esperar un año para poder impulsar una nueva reforma tributaria, en un contexto en el que su popularidad y la aceptación a su gestión siguen en niveles sumamente bajos, con respecto a otros mandatarios en América Latina.
Boric cerró enero con 27 % de aprobación, tres puntos menos que el mes anterior. Mientras que la desaprobación alcanzó un 68 %, cuatro puntos más con respecto al mes anterior, publicó la empresa de investigación Cadem.
Este nivel de desaprobación es la cifra más alta desde que asumió la presidencia el 11 de marzo de 2022. En el primer mes en el Ejecutivo, Boric obtuvo un 28 % de desaprobación, pero consecutivamente ese porcentaje fue incrementando.
