Privados de libertad en fase de confianza, que son parte del Plan Cero Ocio, apoyan las labores para construir estaciones de guardavidas en diferentes playas a escala nacional, informaron las autoridades.
Las autoridades explicaron que los privados de libertad construirán 25 estaciones en 13 playas de mayor afluencia para 50 guardavidas certificados y sus supervisores; entre ellas se encuentran el Tunco, San Diego y playa La Paz, en La Libertad.
«Con las nuevas estaciones para guardavidas, contribuimos a garantizar una mejor vigilancia para los turistas que acuden a las playas; además de brindarle al personal en servicio un espacio adecuado para responder ante emergencias», dijo el director de Centros Penales, Osiris Luna.
Los reos efectúan los trabajos para instalar bases, retocar la pintura y colocar las banderas en las atalayas. «Las estructuras facilitarán el trabajo del personal de primera respuesta del Sistema Nacional de Protección Civil, para resguardar a los salvadoreños que visitan la zona costera», detallaron las autoridades en un comunicado.
Las atalayas son una herramienta que servirá a la nueva Unidad de Guardavidas de Protección Civil, «con la que se pretende fortalecer la capacidad de respuesta ante las emergencias y garantizará la seguridad de las familias durante estas festividades», se lee en el comunicado.
El jueves pasado, la unidad rescató a un extranjero en la playa El Obispo, en el departamento de La Libertad. Las autoridades informaron que la víctima estaba surfeando y tuvo una caída en la que se dislocó el hombro, por lo que los guardavidas activaron las acciones de rescate y le brindaron una asistencia oportuna para mantenerlo a salvo.
La actual administración de Centros Penales le ha apostado a la transformación de las cárceles, las cuales estaban bajo el control de las pandillas durante los gobiernos anteriores. Uno de los proyectos insignia de la actual administración es el Plan Cero Ocio, creado para que el 100 % de los reos lleve a cabo trabajos de utilidad para las comunidades y para evitar el ocio carcelario.
Esta transformación ha beneficiado a miles de salvadoreños luego de que los privados de libertad se encargaran de reparar o remozar centros escolares, hospitales, unidades de salud y hasta sedes policiales.
En reiteradas ocasiones el director de Centros Penales ha dicho que son aproximadamente 2,000 privados de libertad en fase de confianza los que salen diaria[1]mente de los centros penales a apoyar las obras sociales.