En un periodo de tres semanas, unas 373 llantas usadas han sido extraídas del cauce del río Grande de San Miguel, en un rango de un kilómetro a 800 metros del Puente Luis de Moscoso, en la carretera Panamericana, rumbo al departamento de La Unión.
«En ese sector ha sido sorprendente la cantidad de llantas que han sido retiradas al igual que árboles, que ha provocado su colapso por la pasada tormenta Julia y que estos también requieren ser retirados. Igualmente hay islas de material sedimentado que también están siendo retiradas porque estos en algunos puntos estrangulan el río y también provocan que el río crezca irregularmente y provoque el desbordamiento» explicó jefe de la Unidad de Protección Civil de San Miguel, Óscar Portillo.

El retiro de las llantas y otros desechos es parte del trabajo que la alcaldía de San Miguel hace con el apoyo de la empresa privada. «Es importante mantener el río libre de todos estos daños al medio ambiente y requiere de la intervención, es por eso que como alcaldía iniciamos desde principio de año estas actividades bastante agresivas con la finalidad de ir retirando todos estos desechos», agregó Portillo.
Las llantas que son retiradas son entregadas a la Unidad de Medio Ambiente de la alcaldía que junto a una empresa privada llevan a cabo la disposición final de los neumáticos.
El área intervenida con la limpieza del río es colindante con las colonias Las Brisas, Presita, Pradera y Palo Blanco, zonas que salieron afectadas el año pasado con el paso de la tormenta Julia.