Las autoridades rusas siguen sin mencionar la reivindicación del grupo yihadista del atentado contra la sala de conciertos Crocus City Hall y el sábado señalaron la existencia de una trama relacionada con Ucrania.
Los investigadores actualizaron este domingo el balance de fallecidos, que pasó de 133 a 137 muertos, incluyendo tres niños.
El balance podría aumentar ya que los rescatistas siguen buscando entre los escombros del edificio, incendiado por los atacantes. Además hay 110 personas hospitalizadas y 40 están en estado crítico.
El Comité de Investigación informó que se han identificado 62 cadáveres y que se encontraron dos rifles de asalto y una gran cantidad de municiones en el lugar.
«Todo el país está de luto», afirmó la cadena de televisión pública rusa Rossia 24 al iniciar sus programas.
Rossia 24 difundió imágenes de un inmenso panel digital instalado en un muro de la sala de conciertos atacada donde se ve una vela sobre un fondo negro con la leyenda «Crocus City Hall. 22/03/2024. Estamos de luto».
Los museos y teatros de Moscú anunciaron que permanecerán cerrados el fin de semana, y los restaurantes de la capital prometieron donar parte de sus beneficios del domingo a los familiares de las víctimas.
«La gente ya no sonríe, ya no hay alegría», declaró a AFP Valentina Karenina, oriunda de Siberia pero de paso en Moscú, que fue a encender una vela a una iglesia cerca de la famosa plaza Roja, hoy cerrada al público.
Este ataque es el más sangriento en Rusia desde hace dos décadas y el más letal cometido en Europa por el EI.
El grupo yihadista, que Rusia combate en Siria y tiene presencia también en el Cáucaso ruso, cometió ya atentados en el país desde finales de los años 2010.