Algunos visitantes optan por vivir la experiencia de disfrutar la aventura extrema de lanzarse a la poza que mide más de 12 metros de profundidad.
También posee mucha vegetación a su alrededor, espacios rocosos y senderos donde se puede caminar en familia e incluso con mascotas.
Además, hay un espacio para acampar y hacer fogatas en las riberas del río.
Esta opción turística es accesible para llegar en todo tipo de vehículo y está ubicada en la calle hacia el río Frío.
Son 5 kilómetros de distancia desde el casco urbano del municipio para llegar al destino. La entrada es de $1 y el parqueo de $2; asimismo, los fines de semana cuenta con un área de restaurantes.
Al llegar al lugar, también hay una diversidad de opciones turísticas y guías para quienes desean conocer más la zona, que se caracteriza por ser ganadera y agrícola.
Los guías ofrecen paquetes que incluyen diversos destinos y el costo depende de la cantidad de personas.
Entre esos destinos está la hacienda San Antonio, un lugar en el que se aprecia el ganado, la historia del recinto y el proceso de crianza de tilapia, además cuenta con un jardín.
Otro destino es Puente Viejo, un espacio de infraestructura colonial, donde se unen dos ríos; uno con aguas termales y otro con agua fría. La temperatura se mantiene entre 36 y 38 grados, y cuenta con pozas adecuadas para que los turistas se puedan bañar en distintas profundidades.
En la zona también se disfruta de otros atractivos turísticos como las piscinas de Agüijuyo, ubicadas a 2 kilómetros del parque central.