Sandra Yanira Martínez presidió la comisión «ad hoc» de la Asamblea Legislativa que impulsó la discusión y aprobación de la Ley General de Recursos Hídricos, normativa que fue aprobada el pasado 21 de diciembre, con la que se salda una deuda histórica para todos los salvadoreños.
Martínez, quien cuenta con estudios en hidrología, fue la primera mujer en trabajar en el Servicio Meteorológico Nacional, luego conocido como Observatorio Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Fue una pionera en dicha rama en el país, ha hecho estudios hidrológicos a escala nacional y en Centroamérica para conocer el estado de los recursos hídricos, y frente a esa realidad reconoce la necesidad que tenía el país de contar con una ley que regulara el uso y aprovechamiento del agua.
Con la normativa ya aprobada, se garantiza la gestión integral, su sostenibilidad, y se reconoce el derecho humano al agua, la seguridad hídrica para una mejor calidad de vida y se busca promover el desarrollo humano, social y económico.
¿Qué implicaciones tiene para el Estado salvadoreño la declaración de derechos humanos al agua y al saneamiento? ¿Qué obligaciones implica?
Desde 2010, la ONU [Organización de las Naciones Unidas] declaró el agua como un derecho humano y también el derecho al saneamiento.
No todos los países adoptaron esta medida en sus leyes, por lo que debemos sentirnos privilegiados porque somos uno de los pocos países que van a contar con la Ley General de Recursos Hídricos.
Las implicaciones que trae para el Estado son la responsabilidad de garantizar el recurso para la prevención y para la sostenibilidad de este; también al crear una entidad rectora y normativa, esta va a regular y ordenar todas aquellas malas prácticas que se han hecho con el recurso hídrico. La ley vendrá a favorecer a las mayorías en este país y no solo a esta generación, sino también a las futuras.
La normativa ha sido creada de forma consultiva, inclusiva, transparente, tal como el presidente Nayib Bukele lo sugirió cuando presentó la iniciativa. De igual forma, el pueblo salvadoreño debe dimensionar el nivel de tener una ley del agua y de haber sido aprobada por esta nueva Asamblea Legislativa. En un futuro el agua va a valer más que el oro.
En El Salvador era necesario tomar estas medidas para poder preservar y conservar el recurso, y que no solo nosotros disfrutemos el agua, sino también las futuras generaciones. Debemos dejarles cosas buenas.
Les doy las gracias al presidente Nayib Bukele, a la bancada cian, a todos los colaboradores nacionales y extranjeros y a las sugerencias de la ONU. Por ahí quieren seguir tergiversando la metodología que se usó, pero el pueblo salvadoreño debe saber que fue de cara a cada uno de ellos, de una forma transparente.
Todas las reuniones de las comisiones se pudieron ver por medio de las diferentes plataformas digitales, por eso agradezco también al pueblo salvadoreño por haber estado pendiente. Créanme que están incluidos todos los sectores, incluso aquellos sectores donde sabemos que el FMLN y ARENA continúan engañándolos.
¿Qué relaciones tendrán la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) y la Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA)? ¿Son instituciones complementarias o hay una jerarquía?
La ANDA es una operadora más del agua y está incluida en esta ley, donde se indica que todas aquellas operadoras de agua que lleven el recurso a las comunidades sin fines de lucro, aquí es donde especifica la forma, que están exentas de cánones y de cánones de vertidos, porque sabemos que en El Salvador se deben ir creando muchas estructuras de acueductos y alcantarillados para el aprovechamiento y el uso del recurso hídrico. Dentro de la ley también se establecieron jerarquías para los distintos sectores que hacen uso y aprovechamiento del agua.
¿Las juntas de agua deberán registrarse ante la ASA para adquirir personería jurídica?
Sí, de hecho, esto les va a dar un respaldo ante la ley, y con la ley en El Salvador, porque los partidos anteriores las habían engañado que sí habían sido tomadas en cuenta y que estaban operando de buena manera en El Salvador, pero será a partir de esta ley que se van a normar y van a tener un respaldo jurídico y van a estar operando conforme a la ley y lo establecido en esta ley del recurso hídrico.
¿Cuánto tiempo se estipuló para que la ley esté en pleno desarrollo?
A partir de los seis meses que tiene que entrar en vigor esta ley ya el país contará con una Ley General de Recursos Hídricos. Debemos recordar que falta un proceso para el pleno establecimiento de esta, incluso tiene que ir hasta el presidente para que él también la apruebe, la firme, se establezca y se ejecute, que también son tiempos que debemos darle a la ley para que pueda establecerse plenamente y se pueda ejecutar en el territorio salvadoreño.
¿Cuál es el perfil que debe cumplir el presidente de la ASA?
Incluso la misma ley lo describe: el perfil debe ser de una persona experta en el tema, ser salvadoreña por nacimiento y tener una vida limpia, sin doble moral, y que sepa manejar toda una junta directiva que va a estar representada por el mismo Gobierno y la sociedad civil. Esos son los requerimientos que va a tener que adoptar para ser presidente de la ASA. Los permisos para explotación del recurso hídrico son por hasta 15 años.
¿Se pueden suspender antes de completar el plazo? ¿Pueden renovarse?
La ley es tan abierta y amplia que explica perfectamente los permisos, el tiempo y la duración, así como también si se pueden quitar o continuar. Además, indica que se deben tener informes técnicos para darles competencia a los operadores de agua y también para alargarles el tiempo de operación que deben tener, así como también deben estar dentro de la legalidad. Durante 15 años esta ley no fue aprobada por las anteriores legislaturas y en solo siete meses la nueva Asamblea emitió dictamen favorable.
¿Qué distinguió esta discusión?
Como todos sabemos, esta ley tiene más de 15 años de estar en los escenarios y las plataformas gubernamentales. Sabemos que el FMLN y ARENA lo que buscaban era tener el poder sobre el recurso hídrico; por un lado se quería tener la privatización, y el Frente lo que buscaba era tener su parte de manejo y operador del agua, siempre explotándolo.
Debido a lo anterior, el agua en El Salvador, no todas las juntas de agua pero sí algunas, la convirtieron en una mercancía, lo que ocasionó que 1.5 millones de salvadoreños no tuvieran acceso a este vital líquido. Ahora lo que pasa, con la claridad que se ha tenido del tema, con la realidad que tenemos en este momento en el país, es más que necesario tener una Ley General de Recursos Hídricos. Somos un país privilegiado, ya se va a demostrar en el futuro la necesidad de tener una ley de agua que favorezca a las mayorías, que ordene e inhiba esa sobreexplotación del recurso sin darle prevención, mantenimiento ni cuidarla.
¿Qué significa para usted este logro?
Toda mi vida he trabajado en este tema, en esta área. Tengo una especialidad en hidrología, todo el tiempo he sabido el estado y la realidad del agua en todo el territorio nacional, así como los demás países de Centroamérica.
Hemos hecho estudios en esos países, tanto en continente como a lo largo de sus costas, y hemos visto que el recurso hídrico, cuando no es normado ni tiene un respaldo jurídico, la explotación y el daño que se les hacen a las aguas superficiales, a los mantos acuíferos, a las cuencas es grande. Todavía El Salvador puede rescatar [de] toda la contaminación que hay en las aguas superficiales, pero no debemos permitir que esta contaminación llegue a los mantos acuíferos ni a las cuencas, porque entonces no podremos tener extracciones que sean aceptables para la potabilización y aptas para el consumo humano.
Uno de los grandes valores que va a tener la ley del agua es que se va a tener calidad de agua. En la parte media sur del territorio las personas padecen de enfermedades renales debido a que toman agua contaminada. Con la normativa vamos en camino a evitar eso. No será para mañana porque son procesos muy grandes que requieren largos plazos, pero sí es bueno tener un comienzo, el camino transparente y el camino que nos ha trazado este Gobierno y que nosotros estamos respaldando y apoyando una ley de recursos hídricos que va a favorecer el territorio salvadoreño. Estos temas siempre estuvieron en las mesas de los gobiernos anteriores, pero nunca les hicieron caso, ningún presidente volvió su vista y dijo «vamos a hacer algo», y eso es precisamente lo que caracteriza y diferencia a este Gobierno, sobre todo al presidente Nayib Bukele.