Cientos de aficionados del Manchester United lograron penetrar en el recinto del estadio Old Trafford, a poco menos de dos horas de un partido contra el Liverpool, para protestar contra los propietarios del club.
Miles de seguidores se dieron cita a las 14h00 locales (13h00 GMT) para manifestarse en los aledaños del estadio, pero decenas de ellos lograron colarse en el césped del mítico estadio.
«Ustedes pueden comprar nuestro club pero no podrán comprar nuestro corazón ni nuestra alma», se podía leer en un cartel. Muchos de los hinchas portaban los colores verde y dorado, símbolos ‘anti-Glazer’ porque evocan al Newton Heath, club fundado en 1878 y que 24 años más tarde se convertiría en el Manchester United.
Los seguidores encendieron bengalas, se subieron a las porterías y a las gradas, cantando «Queremos la marcha de los Glazer». A falta de poco más de una hora para el comienzo del partido, todavía no estaba claro si el estadio se había vaciado completamente de intrusos.
Al mismo tiempo, en el centro de la ciudad se producía una manifestación frente al hotel donde se hospedan los jugadores del United para impedir la salida del bus.
En un contexto que ha sido siempre tenso con la familia estadounidense Glazer, propietaria del club, el reciente episodio del proyecto de Superliga europea, en la que estaban implicados los «Red Devils», ha elevado la presión.
El club anunció, poco después de abandonar la Superliga, la marcha a final de año de Ed Woodward, el vicepresidente ejecutivo y representante de los Glazer en el club, símbolo de todos los males para los hinchas.
Por el momento la Premier League no ha retrasado el pitido inicial del partido programado a las 15h30 GMT y que podría decidir el título.
En caso de victoria del Liverpool en casa de su gran rival histórico, el Manchester City sería matemáticamente campeón de Inglaterra tan solo dos días antes de su partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones contra el PSG.