En El Salvador, la situación medioambiental es susceptible, como en la mayoría de los países centroamericanos. La pérdida de ecosistemas lleva a una de las problemáticas medio ambientales más importantes a nivel mundial: la extinción de especies.
LAGEO, como parte de su plataforma de valores y la conciencia que tiene en la protección de la vida silvestre, creó en el 2005, el Centro de Rescate de Fauna Silvestre «Georesguardo», cuyos objetivos son el cuido, resguardo y rehabilitación de la fauna silvestre provenientes de actividades como la extracción de sus hábitats, tráfico ilegal, maltrato animal, decomisos de tenencias ilegales y accidentes.
La institución cuenta con un equipo técnico de dos veterinarios y dos biólogos, con el apoyo de 11 guarda recursos. Dentro de las instalaciones se trabaja con especies de reptiles, aves y mamíferos, y se da resguardo a más de 150 especímenes de forma permanente y se maneja un flujo promedio de 250 animales al año.
«Al pasar por el proceso de recuperación, la mayoría de los animales se liberan para que puedan desarrollar su papel dentro del ecosistema. Estos pasan por diversas etapas como la cuarentena animal al ingresar, la rehabilitación física, psicológica y conductual durante su recuperación, la preliberación hasta llegar a su liberación», explicó Arnoldo Ramírez, biólogo del Georesguardo.
Ramírez sumó que los animales que ingresan deben pasar por diversos protocolos de manejo que permitan asegurar la salud tanto de ellos, así como del personal a cargo de sus cuidados, el bienestar físico, sanitario, psicológico y conductual, para que mantengan todas las aptitudes necesarias para sobrevivir en vida libre.
Según la fundación, el trabajo en el Georesguardo crea dos perspectivas de conservación. La primera se enfoca en el uso de individuos para actividades de educación ambiental, exclusiva a fauna en resguardo, y dirigida a alumnos de centros escolares públicos y privados de los diversos niveles educativos, para enseñar una cultura de conservación y evitar el maltrato animal y las tenencias ilegales de fauna silvestre.
La otra perspectiva se enfoca en mantener la reproducción en cautiverio de aquellas especies que se encuentren en categorías de amenazadas y en peligro de extinción para el país según el listado oficial de especies de vida silvestre amenazadas y en peligro de extinción que emite el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
El Georesguardo se ha vuelto una segunda oportunidad para la fauna silvestre de El Salvador, por lo que LAGEO seguirá comprometida con el medio ambiente y el arduo apoyo de las acciones de conservación de la fauna salvadoreña, dijo Ramírez.
¿Qué especies se tiene en reproducción?
Dentro del Georesguardo se tienen reproducción anual de «tepezcuintles» (Cuniculus paca) y de «cocodrilo americano» (Crocodylus acutus), de esta última especie son individuos resguardados por LAGEO desde el 2005, y que partir del 2012 empezaron a reproducirse con éxito.
Otra especie en peligro de extinción es el «tigrillo» (Leopardus wiedii). La cría en la actualidad fue incorporada a la fauna resguardada de forma permanente para que en un futuro pueda también participar en la conservación de su especie.
«Lora nuca amarilla» (Amazona auropalliata) es otra especie en el resguardo, y con el cual se tiene planificado a mediano plazo establecer un programa de reproducción en cautiverio.
«Al pasar por el proceso de recuperación, la mayoría de los animales se liberan para que puedan desarrollar su papel dentro del ecosistema. Estos pasan por diversas etapas como la cuarentena animal al ingresar, la rehabilitación física y psicológica, entre otros».
Arnoldo Ramírez, biólogo del Georesguardo.