Los tiempos de impunidad y de delincuentes tratados como príncipes quedaron en el pasado cuando los salvadoreños decidieron pasar la página de la posguerra y dieron inicio al proceso de cambios y transformaciones que ahora vivimos.
Con la elección de Nayib Bukele como presidente de la república, El Salvador comenzó una nueva era. La derrota de la alianza ARENA-FMLN fue el primer paso para desmontar las estructuras criminales en el Estado, que no solo pactaron votos y prebendas con las pandillas, sino que también saquearon las finanzas públicas y extrajeron millones de dólares para embestidas ilícitas.
El compromiso de ARENA-FMLN con las estructuras terroristas, tal como lo definió la Sala de lo Constitucional, frenó cualquier intento de mejorar el clima de inseguridad. Si bien la tregua de pandillas redujo los homicidios, se trató de un espejismo, una masacre que fue retomada por los pandilleros cuando cesó el flujo de beneficios.
La implementación del Plan Control Territorial en el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha logrado una drástica y sostenida reducción no solo de los asesinatos, sino también de varios delitos, lo que permite el aumento de la seguridad en los ciudadanos, como demuestran todas las encuestas.
El Plan Control Territorial ha demostrado ser efectivo también para combatir el crimen organizado, como dan fe los múltiples y continuos decomisos de droga que transitaba en el territorio nacional y mar adentro, al punto de lograr la incautación a mayor distancia de las costas.
Gracias a que la alianza ARENA-FMLN perdió el control de la Asamblea Legislativa, el Plan Control Territorial logró los fondos necesarios para funcionar, que permitieron la adquisición de equipos para que tanto la Policía como la Fuerza Armada tengan las herramientas para combatir a los criminales.
Solo en esta semana, la Policía Nacional Civil y la Fiscalía General de la República han desarticulado cuatro estructuras de pandilleros y estafadores en varios departamentos del país. Ayer en la madrugada, una clica de delincuentes que aterrorizaban tres municipios del oriente de la capital fue detenida, procesada y entregada al sistema de justicia.
Incluso, la Policía actuó con celeridad para capturar a un hombre que agredió a un adulto mayor, un caso que provocó indignación en las redes sociales.
Todas estas acciones, desde lo más pequeño hasta lo más grande, es parte del Plan Control Territorial y busca mejorar la seguridad ciudadana en todo nivel.