Las cargas útiles planificadas son dos instrumentos científicos para la investigación de la superficie de la luna, informó la compañía a través de una publicación en la plataforma Sina Weibo, similar a Twitter.
Tal cooperación internacional se desprende de dos memorandos de entendimiento que la Administración Nacional Espacial de China firmó la semana pasada con la Agencia Espacial Europea y el Centre National d’Etudes Spatiales, la agencia francesa del espacio.
El equipo europeo es un analizador de iones negativos que se puede utilizar para realizar investigaciones fundamentales sobre ciencia planetaria, mientras que el instrumento francés es un detector para medir el gas radón y sus productos de desintegración en la luna.
Según el programa chino de exploración lunar, está previsto que la misión Chang’e-6 se lance en torno a 2024 con el objetivo de completar una tarea de retorno de muestras de la cara oculta de la luna. Si la misión tiene éxito, se convertirá en la primera vez que los humanos obtengan muestras de esa cara.
La Chang’e-5, lanzada en 2020, fue la misión lunar más reciente del país. Su sonda recuperó un total de 1.731 gramos de suelo provenientes de la cara visible del satélite.