Las festividades de Navidad y año nuevo son momentos propicios para que las familias se junten y compartan momentos de felicidad, reflexión o solo la mera compañía de aquellos a los que no siempre pueden ver.
Durante muchos años, sin embargo, este sueño de unidad familiar, que es una realidad en la mayor parte del mundo, fue una ilusión inalcanzable para la mayoría de los salvadoreños debido a la violencia y la inseguridad que imperaban en las comunidades.
Acuerpados por los políticos de turno, ya fueran de ARENA o del FMLN, las pandillas imponían su terror en todos los hogares. Impedían que personas de diferentes colonias llegaran a visitar a sus familiares o extorsionaban a todos las personas para que pudieran ingresar incluso a sus propios hogares.
Eso sin contar los asesinatos, asaltos, violaciones y todo tipo de delitos cometidos por las maras y permitidos por los políticos de ARENA y del FMLN, con los que habían hecho pactos de sangre.
Gracias a la implementación del Plan Control Territorial, el país está viviendo una etapa de seguridad como nunca en la historia. En combinación con las medidas extraordinarias del régimen de excepción, más de 60,000 pandilleros y colaboradores de las estructuras delincuenciales han sido detenidos y enviados a prisión.
Gracias al esfuerzo de las autoridades de seguridad pública —policías y militares, jueces, fiscales y custodios de los centros penales—, el país disfruta ahora de las fiestas de Navidad y año nuevo más seguras de su historia.
Debido a eso, la actividad comercial se ha reactivado y el turismo interno florece como nunca. Los salvadoreños salen en completa libertad y con total seguridad a visitar a sus familiares en otras partes del país o a disfrutar de las playas, montañas, parques nacionales o pueblos pintorescos.
El Gobierno del presidente Nayib Bukele ha invertido no solo en seguridad, sino también en la mejora de la red nacional de carreteras, y se ofrece servicio de grúas gratuito para los vacacionistas cuyos vehículos sufran desperfectos y también en lugares para que las familias puedan disfrutar, como el Sunset Park, construido en colaboración con la República Popular China.
Disfrutar en familia es no solo un poderoso cohesionador social, sino que también es una poderosa herramienta de paz social. Pensando en el merecido descanso y en la convivencia familiar, el Gobierno propuso que ayer y el 2 de enero los trabajadores gozaran del asueto navideño y de fin de año que se había perdido por haber caído el festivo en fin de semana.