El Salvador conmemoró sus 201 años de independencia con un impresionante desfile cívico, militar y estudiantil que recorrió las principales calles de San Salvador. Los ciudadanos disfrutaron de todas las destrezas militares, vieron la modernización que llegó a la Policía Nacional Civil (que ahora cuenta con equipo que por décadas le fue negado por los gobiernos corruptos de ARENA y del FMLN) y escucharon a las bandas de alumnos.
Gracias al éxito del Plan Control Territorial y al régimen de excepción, el país ahora es más seguro. La gente lo percibe y lo agradece, como lo expresó en múltiples ocasiones a lo largo del desfile, que salió de la Plaza Salvador del Mundo y culminó en el Parque Cuscatlán.
Gracias a esos hombres y mujeres en uniforme, el país es más seguro y, por primera vez en la historia, puede disfrutar un aniversario de la independencia en completa libertad y con la certeza de una seguridad ciudadana sin precedentes. A lo largo de los tres años del Gobierno del presidente Nayib Bukele se han registrado 196 días sin homicidios, un hito histórico, tomando en cuenta que durante el último gobierno del FMLN no hubo ni un solo día en que no se reportaran muertes violentas. Con ARENA sucedió algo similar, con la explosión inicial de las pandillas en sus primeros gobiernos hasta convertirse en un monstruo criminal protegido por funcionarios oscuros y mezquinos.
Ayer, dirigentes de ambas organizaciones trataron de congregar a sus adeptos para protestar contra el Gobierno, pero lograron apenas una escasa participación, a pesar de trabajar en conjunto y con el expreso propósito de participar en alianza en las elecciones presidenciales, con una candidatura única. La marcha de la oposición tuvo toda la libertad para organizarse, como sucede en toda democracia, y el pueblo le dio la espalda, pues ya tuvo bastante de su corrupción y malos manejos del Estado.
Mientras gritan, insultan y despotrican contra las medidas extraordinarias que han traído seguridad y paz a los hogares salvadoreños, los ciudadanos reconocen que ahora están mejor que cuando gobernaron. Lo dicen incluso grandes artistas internacionales, como Ana Gabriel, quien en su recital el miércoles por la noche aseguró que El Salvador es el país más seguro de Latinoamérica.
Un pueblo agradecido por los importantes avances en seguridad sabe que tomó la mejor opción y estará dispuesto a continuar por el mismo camino, no a regresar a aquellos que llevaron el país a la cabeza de las naciones más violentas del mundo y que de paso se hicieron millonarios al saquear el Estado.