Un simple comentario como «has subido de peso», o «te veo más rellenita» muchas veces pueden dañar más de lo que te imaginas a la persona que lo recibe, ya que por el hecho de buscar «el cuerpo ideal» se someten a dietas extremas o a evitar ciertos tipos de comida generando un trastorno.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos de conducta alimentaria, TCA, son cada vez más frecuentes en las edades de 12 a 24 años.
También se indica que estos problemas de salud afectan más a las mujeres que a los hombres, aunque no significa que los hombres están exentos de sufrir un trastorno alimenticio.
Para conocer mejor qué son los tratarnos alimenticios consultamos a la doctora Karla Díaz, especialista en psiquiatría y salud mental, quien los define como una alteración en la ingesta de alimentos.
«Están relacionados a las conductas alimentarias que podemos tener. Generalmente, se da por exceso de alimento o por falta de ellos», explica.
Estos problemas no vienen solos, la psquiatra explica que generalmente conllevan a otras afectaciones de la salud, sobre todo la mental, como la depresión, la ansiedad o actitudes obsesivas compulsivas.
Además, el hecho de padecer algún tipo de trastorno genera una descompensación en el cuerpo ya que hay ausencia de vitaminas y minerales, y puede desencadenar otros tipos de enfermedades, dependiendo el TCA que la persona padezca.
La pandemia y los trastornos alimenticios
En diferentes países se han realizado estudios donde se ha comprobado que la cuarentena ha puesto en evidencia, o ha agudizado, los trastornos alimenticios en millares de personas.
El hecho de comprar comidas en grandes cantidades para tener de reserva ha sido un detonante para quienes ya padecían de TCA, o ha sido el inicio para padecer alguno, ya que el hecho de verse rodeado de mucha más comida puede disparar los «atracones», así como visitas desenfrenadas al refrigerador, y así tratar de calmar el estrés comiendo: «Aquí volvemos al hecho que la persona visita el refrigerador por ansiedad u otra alteración que haya provocado el encierro», manifiesta Díaz.
Consejos para evitar que se desarrolle un TCA
Es importante enseñar desde pequeño a los niños y niñas que se debe seguir hábitos saludables: establecer horarios regulares de las comidas, evitar saltárselas, sobre todo no ingerir entrecomidas chatarra.
Comer en familia es importante, en especial con los niños y adolescentes porque así los padres pueden supervisar la correcta ingesta de los alimentos.
Poner atención en los tipos de comidas, los cuales deben ser sanas, equilibradas y variadas, e incluyan todos los grupos de alimentos, son otras recomendaciones. También se debe limitar el consumo excesivo de azúcar.
Cuidar la autoestima y evitar comentarios negativos que puedan llegar a generar algún tipo de trauma es importante para que cada persona se acepte y aprenda a sentirse bien con su cuerpo.
Fomentar la buena comunicación en familia es clave para cada integrante tenga la confianza de hablar y pedir la opinión de los miembros ante una situación difícil o estresante. Tratar de ejercitarse o realizar alguna actividad física con regularidad ayuda mucho.
Niños, jóvenes o adultos pueden tener problemas
Estos son los tipos de trastornos que existen y de los cuales la especialista sugiere poner atención en el caso de tener algún familiar o amiga con estas características.
Anorexia nerviosa: Es una de las más complejas, incluso la más frecuente. En esta, las personas evitan comer por un miedo irracional a aumentar de peso, por ende, quienes la sufren tienen un dimorfismo corporal, es decir, se ven en un espejo y se perciben gordas, aunque no lo estén. Dentro de las características principales, en un diagnóstico, es que las personas registran una pérdida de peso mayor del 15 % por ciento. Dejan de comer y están en constante revisión del contenido calórico de cada alimento, puede haber vómitos o no, y en el caso de las mujeres puede haber amenorrea (ausencia de menstruación).
Bulimia: Al igual que la anorexia, las personas se ven con aumento de peso, pero en estos pacientes sí puede haberlo porque dentro de las características de la bulimia están los atracones de comida, es decir, comen excesivamente en cantidades más de lo normal. Generalmente, para confirmar el diagnóstico, los atracones deben de ser una a dos veces por semana, durante tres meses consecutivos, y la persona que lo adolece intenta tomar algún tratamiento purgativo que le cause diarrea o vómito.
Trastorno de atracón: En este caso son personas que comen de una forma excesiva sin tener hambre, puede ser a cualquier hora y se come por pura ansiedad. Quienes sufren este trastorno no tienen dimorfismo corporal, y en el espejo, quien lo padece, se ve de manera normal. Aunque son síntomas muy parecidos a la bulimia, la diferencia radica que en este trastorno no se producen el vómito ni se toma laxante.
Trastornos evitativos o restrictivos: En esta condición las personas no quieren comer, lo evitan completamente y no tienen ningún interés por hacerlo. Muchas veces es porque hay miedo de poderse atragantar, o miedo de las consecuencias que le puede generar la comida, como un aumento de peso.