El Triduo Pascual comprende los días más importantes de la Semana Santa, se trata del jueves, viernes y sábado santos, en los cuales se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, y marcan el final del tiempo de Cuaresma.
Representan los días más oscuros y gloriosos del cristianismo, debido a que en ellos se recuerda que Jesús eximió a la humanidad de todos sus pecados a través de su sacrificio, y «abrió las puertas del cielo» a todos los creyentes.
En esta ocasión, el Triduo Pascual se conmemora los días 6, 7 y 8 de abril.
Durante el Jueves Santo, se celebra la misa vespertina, en la que se recuerda el lavatorio de los pies, y La Última Cena, en la cuál Jesús comparte con sus apóstoles, y donde también se instituye la Eucaristía. En este día también se realiza la procesión del silencio, la cual simboliza el arresto de Jesús en el Huerto de los Olivos.
En el Viernes Santo, se conmemora la pasión y muerte de Jesucristo, desde el momento en que es llevando ante Poncio Pilato por los miembros del sanedrín. En esta fecha, se realiza el Vía Crucis, posteriormente la feligresía realiza la adoración de la Cruz a las 3:00 de la tarde, y por la noche, se lleva a cabo el Santo Entierro.
El Sábado Santo es el día más importante del triduo, todavía no se celebra ninguna misa porque aún se vive el luto por la muerte de Jesucristo. Sin embargo, por la noche, o la madrugada, se realiza la Vigilia Pascual, en la cual se enciende el Cirio Pascual, cuya luz representa la resurrección de Cristo. Al día siguiente, se celebra la solemnidad del Domingo de Resurrección, el cual marca el inicio del cristianismo y le otorga sentido a la fe.