El papel de la Universidad de El Salvador (UES) en los 180 años de existencia es el tema principal de una serie de conferencias magistrales dentro de un ciclo organizado para celebrar su aniversario.
Raúl Ernesto Azcúnaga López, vicerrector académico de la UES, explicó que el aniversario se ha unido a la celebración del bicentenario de la independencia, y por ese motivo la segunda mitad de las conferencias versará al respecto.
El 6 de abril pasado arrancó la jornada, que ha calendarizado las conferencias hasta septiembre, de 9 a 12 del mediodía y de forma virtual por medio del Facebook de la UES.
La primera conferencia magistral estuvo a cargo del vicerrector Azcúnaga y de la historiadora Xiomara del Carmen Avendaño Rojas.
La apertura contó con la revisión y el análisis de los primeros momentos de las reformas educativas, como las de 1948 y 1966, ambos momentos sentaron las bases para lo que sería la UES hasta nuestros días.
«La universidad nació en 1841, en el marco de la construcción de la república. En el siglo XIX, el papel de la universidad fue formar a los académicos e intelectuales que la naciente república necesitaba. La UES fue el cimiento de una estructura intelectual», dijo en su reflexión el vicerrector.
Continuó: «Durante el Martinato [dictadura de Maximiliano Hernández Martínez], hay tensión entre la academia y el Estado, pero fue desde los años cuarenta cuando va siendo más latente la idea del anticomunismo, y la universidad empieza a ser señalada».
Un momento de quiebre en la estructura de la UES se da en los sesenta debido a la reforma de educación superior. «En los sesenta, la UES fue preponderante en el marco de la Alianza para el Progreso desarrollando propuestas, construyéndose a sí misma. En esos años, también se retoma la reforma de Córdoba, de 1918, y se moderniza la educación llegando a Santa Ana y San Miguel».
Los años siguientes estuvieron complicados y afectaron directamente a la universidad con el conflicto armado truncando la modernización, liderada en ese momento por Fabio Castillo.
Azcúnaga recordó que en los Acuerdos de Paz nuevamente la UES ayudó; sin embargo, lamentó que en los programas de posguerra la institución fue invisibilizada. Su reflexión de cara al momento actual y hacia el futuro se centra en la necesidad de aumentar la matrícula de la educación superior pública para que más salvadoreños aspiren a una carrera universitaria.
«En 2021, el 70 % de los jóvenes que están en la educación superior estudian en la educación privada, porque solo los que pueden pagar tienen acceso a estudios superiores. La matrícula en las instituciones privadas ronda los 162,000 estudiantes, y en la UES es de 60,000 la población estudiantil», expuso el académico.
Jorge Juárez, director del Instituto de Estudios Históricos, Antropológicos y Arqueológicos de la UES (Iehaa), coincidió en que la gratuidad de los estudios superiores sigue siendo una necesidad.
«Hay problemas estructurales en la historia más reciente, como el acceso de la juventud a la educación superior, un problema histórico que hay que replantearlo. También que la educación superior se vuelva de calidad y no necesariamente masiva. En fin, que la juventud tenga acceso gratis a la educación superior», subrayó Juárez.
LOS PENDIENTES
Como parte del mensaje y el análisis que se abre en este aniversario, la historiadora Xiomara Avendaño reflexionó sobre los siete supuestos que, desde la reforma de Córdoba en 1918, marcan a la UES y que a su juicio se han cumplido: autonomía, gobierno universitario, humanismo y función social.
Sin embargo, hay tres que están pendientes históricamente hasta la actualidad: financiamiento, función científica y renovación docente.
«De los tres, dos dependen de la universidad y uno no. La función científica de la universidad desde el siglo XIX ha existido y la hubo. Pero esta función se ve limitada por la renovación docente. En la universidad no supera el 30 %. Es decir que hay entre un 70 % de docentes que son licenciados, no hay maestrías. Eso se convierte en autocrítica y reto, porque la formación profesional de la universidad es más profesionalizante», expuso.
Para el caso del financiamiento, es un factor que no depende propiamente de la decisión de la universidad.
De estas y otras reflexiones va el ciclo de conferencias oficialmente inaugurado. Juárez concluyó: «Está destinado justamente a la reflexión sobre el vínculo de la sociedad con la universidad, cómo se ha pensado la universidad de los intelectuales y, en septiembre, tendremos un período donde se reflexionará la república en términos de la visión sociológica y filosófica».