El 2 de octubre se cumple un año de haberse implementado el cerco de seguridad en el municipio de Comasagua, La Libertad, como un claro ejemplo de la guerra contra las pandillas declarada por el actual Gobierno para llevar tranquilidad a los ciudadanos y meter presos a los criminales.
Atrás quedaron los días cuando ingresar a la comunidad Bellos Horizontes de esa localidad era considerado una sentencia de muerte, ya que los mareros no permitían la libre circulación de ciudadanos que no residían en el municipio e imponían restricciones a los repartidores de golosinas y bebidas que obligadamente pagaban extorsión para que les permitieran trabajar.
Un equipo de «Diario El Salvador» recorrió el municipio y constató que los ciudadanos hoy sí viven en total seguridad desde que las fuerzas del orden desarticularon la estructura Witmer Locos Salvatruchos del Programa Libertad de la MS. Pero ¿cuáles son los indicadores sobre los cuales los pobladores afirman que viven en total paz?
Según fuentes municipales, el clima de seguridad actual generó que la visita de turistas aumentara en más del 50 %. Por ejemplo, para Semana Santa un estimado
de 2,500 excursionistas visitaron Comasagua, el 30 % eran extranjeros y el resto, nacionales.
La afluencia de visitantes dinamizó la economía de emprendedores y de inversionistas que generaron fuentes de empleo en restaurantes. Al no tener presencia de
mareros, los comerciantes dejaron de ser extorsionados y ahora parte de las ganancias es destinada para adquirir materia prima y mejorar los negocios.
Con los gobiernos anteriores, el registro más alto de visitantes se estimaba entre 1,000 y 1,200 turistas.
PANDILLEROS FUERON CERCADOS
Este clima de paz tuvo su génesis la madrugada del 2 de octubre de 2022, cuando el presidente Bukele ordenó a las fuerzas de seguridad tomar control del municipio y desarticular una estructura criminal de la MS responsable de asesinar a un cuidador de finca. «Dos mil soldados han cercado el municipio.
Los equipos STO de la Policía entrarán en el cerco para identificar y neutralizar a los pandilleros. Los terroristas que logren evadir los operativos no podrán escapar del cerco, el cual se irá cerrando cada vez más hasta que el último pandillero sea atrapado», advirtió el mandatario.
La estructura criminal fue desarticulada por las autoridades que reportaron la captura de más de un centenar de pandilleros.
Esto devolvió la confianza a los ciudadanos, incluso a los que tuvieron que abandonar sus viviendas ante la amenaza de los grupos terroristas. En total, 29 familias optaron por huir de la colonia Bellos Horizontes y del caserío La Lima, cantón El Faro, porque corrían el peligro de sufrir atentados.
Actualmente, 21 de esas familias han retornado, pues consideran que las condiciones actuales están dadas para hacerlo.
Al no haber mareros en Comasagua y con la presencia permanente de las fuerzas del orden, el valor de la vara cuadrada pasó de cotizarse de $7 y fracción a $10 y $12, según datos de la comuna.
«Hay más gente interesada en comprar. Hay un interés de un 40 % de personas que quieren traer mayor inversión al municipio para establecer negocios. Los restauranteros son los que más quieren», explicó una fuente municipal.
La misma fuente agregó que ahora el municipio se caracteriza no solo por la frescura de su ambiente al estar rodeado de montañas, sino también por el clima de paz.
«La gente entra a cualquier lugar con toda confianza y sin temor», afirmó. Comerciantes locales se mostraron satisfechos con la estrategia de seguridad y destacaron la valentía del presidente Bukele para enfrentar a los mareros.
«Las medidas son efectivas y se le agradece al presidente Bukele porque tiene los pantalones bien puestos para combatir pandillas», dijo una lugareña.

SIN ATAQUES A ESTUDIANTES
Los padres de familia también se sienten más confiados de enviar a sus hijos a los centros educativos, pues lo hacen sin el temor de que sean asediados por las maras. En octubre de 2015, durante el segundo gobierno del FMLN, un estudiante de bachillerato fue asesinado por varios mareros.
«Las cosas han cambiado en este lugar. La mayoría de los delincuentes fue capturada y esperamos que nunca salga de la cárcel», dijo una ciudadana.
Para el director del Instituto Nacional José Rivera Campos de Comasagua, Manuel Sandoval, la amenaza de las maras a los alumnos ya no es un problema. «Por pandillas ya no hay amenazas.
Fue eliminado totalmente a partir de que comenzó el régimen de excepción. No hemos conocido que haya asedio como antes», afirmó el director.
La entrega de computadoras que hace el Gobierno motivó aún más la matrícula de jóvenes en los centros de estudio de esa localidad.